Les Raboses (Albalat dels Tarongers): Un yacimiento de la Edad del Bronce en el Baix Palància
Eva Ripollés Adelantado
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ARCEIIVO DB PREH1S10JUA LEVANTiNA
~l XXI (Valencia, 1994)
Eva RIPOLLÉS ADELANTADO*
LES RABOSES (ALBALAT DELS TARONGERS):
UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE EN EL '.BAIX PALÁNCIA
INTRODUCCIÓN
Los resultados obtenidos hasta el momento en las campañas de excavación realizadas en
el yacimiento arqueológico de Les Raboses (Albalat deis Throngers), permiten comenzar a intuir
las caracteristicas generales de un asentamiento de la Edad del Bronce que se ubica en un
entorno (Baix Palancia) donde se conoce una importante densidad de poblamiento para este
momento.
Consideramos que en el estado actual de la investigación es difícil plantear ~ forma aislada
el estudio de cada asentamiento, ya que su eXistencia estará condicionada directa o indirectamente
(1) por la presencia de otros núcleos de población en su entorno inmediato. Por tanto nos proponemos ~o. este trabajo definir, en primer .lugar, las caracteristicas del poblado de les Raboses en base
a las tres campaiias de excavación realizadas; relacionar posteriormente estos resultados con la información de que disponemos soJ>re los poblados de la Edad del Bronce del Baix Palancia; y por
último entrar en la problemática cronológica que en base a los datos actuales plantea el poblamiento de la zona.
ANTECEDENTES
El yacimiento arqueológico de les Raboses se da a conocer gracias a los trabajos de prospec.
ción que en el término de Albalat deis Tarongers realizara D. Andrés Monzó Nogués, quien a mediados de los afios 40 publicó vatios articulas en los que se presentaban un considerable número
• Servicio de Investigación Prehistórica. Diputación Provincial. Cl Corona, 36. Valencia 46003.
(1) Al decir directamente, nos n:!erimos a una ubicación racional de los asentamientos en base a una planificación
previa; mientras que el ttrminojndirectameote lo entenderíamos como un modelo progresivo en el que la ubicación inicial
de unos emplazamientos condicionaría lá existencia de otros posteriores.
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E. RlPOLLÉS ADELANTADO
Fig. 1.- Baix Pallnda: localizadón de los yacimientos c:ru.dQII eo el texto.
de yacimientos de la Edad del Bronce entre los gne se incluía la Muntanya de Les Rabóses (2)
(fig. 1; lám. l, 1).
Posteriormente diferentes autores .se han ocupado del yacimiento (3), a través del estudio de
algunos de los materiales que el propio D. Andtés Monzó Nogués donase al S.I.P. de Valencia {
4),
o mediante una aproximación al poblamiento prehistórico de la zona (5).
Por nuestra parte el inicio de los trabajos en el yacimiento se debió a unas prospecciones que
emprendimos en 1987 con objeto de revisar todos los poblados de la Edad del Bronce de los que
se tenia noticia en la zona del Baix Palancia. Como resultado de estas prospecciones se tramitó
(2) A. MoNzó Noout!s: NotaS' Arqueológico Prehistóricas del Agro Saguntino. Anales del Centro de Culturo Valencia·
na, XIV, Valencia, 1946, pág,. 29-SO_. 58-81, 139·156. Jo.: De Arqueologla. Anales del Centro de Cultura Valenciana. XV,
Valencia, 1947, págs.129-13l.
(3) D. F't..ETclmR VAU.S: Les Raboscs {!\lbaht deis llirongerx). Noticiario Arqueológico Hispano, ill-IV, Madrid,
19S4-5S, 1956, pág. 252.
(4) E. LU>BREOAT CoNF.SA: La colección Andres Monzó Nog\lés (materiales para el estudio del poblamiento antiguo
de la provincia de Valencia). Archivo de PrehistoTÜI ~vantina, XID, Valencia, 1972, págs.. 60-62. J. APARICio PtaP.z: Ma·
teriales in6ditos de la Muntanya deJes Raboses (Alhalat deis Taroogerx). Ar.se_. 19, Sagunto, 1984, págs. 419-427.
(S) R. ENOUJX AlEMJ..NY y 'B. MAKrt OLIVER: El poblamiento Prehistórico del Bajo Palancia. Saguntum (P.L.A.l1.},
12, Valencia, 1977, pags. 21-22.
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un peTmiso de excavación de urgencia para el yacimiento (6),,dado que en la visita que realizamos
al mismo pudimos observar que estaba afectado ae forma importante lJQX las actuaciones de excavadores clande~tinós qúedan(lo al descubierto vatios cortes de potencia considerable en los que se
apreciaban diferentes niveles.
Una vez realizada esta campafta de urgencia, y vistos los resultados, se planteó llevar a cabo
trabajos de excavación en el yacimiento de forma continuada. Asf presentamos en 1989 un proyecto
de excavación gue preveia una primera actuación de dos anos en el yacimiento, y cuyos resultados
resumimos más adelante.
ENTORNO FÍSICO Y SITIJACIÓN DEL YACIMIENTO
El Camp de Morvedre o Baix Pah\ncia, COJDarca en la que se inscribe el yacimiento de ~
Raboses, se divide en tres subcomarcas que tradicionalmente vienen denominándose: La Baronia
(Algar,, Alfara, Alglmia, 'Ibrres.:rorres, Beselga), Les Valls (Faura, Qu:art, Quartell, ..Benifairó y Benavites), y el Camp de Morvedre (Sagunt, Estivella, Albalat, Segart, Gilet y Petrés). Esta únidad que
responde tantQ a cuestiones administrativas oomQ culturales, quedará e-n ci~rta medida desdibujada
por unas características ilSicas que la unifican con el resto de la cuenca (las relaciones de estos
pueblos con Segorbe siguen siendo inteTISas ya que los imperativos géOgráficos siguen actuando),
no en vano ta cuenca del Palancia supone un eje de comunicación histórico entre la costa y las
tierras del interior.
Como rasgo fundamental de la comarca, desde el punto de vista geomorfológico, se podrfa
aducir el de su plena pertenencia al dominio estructural y sedimentario del Sistema Ibérico (rasgo
común a las tierras valencianas comprendidas entre Jos ríos Túria y Millarsl~ Jo que va a determinar
en g¡an medida la morfologla y el paisaje d.e la zona.
El paisaje se caracteriza por un relieve abrupto, con pocas concesiones a los llanos, cercano
a la costa, con alturas que no sobrepasan los 600 m s.n.m. Se trata de un dominio de montaña
media que pasa con breves piedemontes a fin dominio de reducidas llanuras litorales.
Dentro de la comarca se pueden distinguir tres grandes unidades de relieve {7):
-Piedemontes y llanuras Litorales: franja costera que enlaza unidades de relieve interior con
el mar, formada por amplios abanicos aluviales~ marismas, piedemontes de tU>o coluvial y glacis.
-Valle del .Río Palancia: se da un desarrollo de elementos topográficos de pendientes bajas
o moderadas (glacis, piedemontes coluviales, abanicos, terrazas fluviales, superficies de erosión) a
favor del roquedo blando que domina en gran parte del área. Estos elemeutos se Mtremezclan con
vertientes de pendiente moderada o alta, dando lugar a un relieve muy variado. los límites con
las unidades norte y sur (S. d'EspadA, S. Javalambre-Calderona) son difusos. El limite hacia el interior está determinado por el escalón topográfico y a la vez umbral paiSajístico de El Ragudo (fuera
ya de los limites de la comarca). S~ géneSis y litología, al igual que en el caso anterior, hacen referencia esencialmente al Cuaternátio.
(6) Los permisO$ concedidos por la Conselleria de Cultura, 'Educació i Ci~ncia de la Gene.ralitat Válenciana, se tramitaron a tta~ del Departamento de Prehistoria y Arquéología deJa Universidad de Valencia.
(7) A. PéRV. CUEVA: (Jeomorjologfa del sector ibérico valenciano entre los rlos MüilréS y 7/Jr/4. Departamento de
Oeografia de lá Universidad de Valencia, Valencia, 198_8.
1NS11TIJO GooLOG!co Y MINiiRO De EsPA~A: Mapa Oeológieo de Espafta, hoja 668-S.agunto, E 1:50.000, Madrid,
1974.
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-Serra Calderona: montafía mediterránea de grado medio. Forma junto con la Sierra de Javatambre una unidad, que hacia la costa se va estrechando progresivamente hasta su desaparición
entre Sagunt y Pu~l. Llega basta el mar manteniendo elevadas alturas máximas, para desaparecer
bruscamente merced a potentes escalones tectónicos de fuerte desnivel. Junto a la Serra d'Espad!
presenta las mayores extensiones del "frías aflorante en toda el área, con un predominio de los materiales pertenecientes al Buntsandstein y al Muschelkalk, sjendo la estratigrafía del sector de materiales triásicos gtosso modo concordante y con buzamiento hacia el valle del rio Palancia.
El río Palancia, verdadero eje estructural de la zona, observa una orientación claramente ibérica, aprovechando una cuenca miocena. Presenta un curso de régimen pluviaJ mediterráneo, sjendo
sus módulos absolutos bajos y los es~ifiCQ$ muestran grandes oscilaciones entre los meses de es-tiaje y los restantes. las variaciones interanuales son asimismo importantes, de modo que los meses
de «aguas altas» pueden en determinados anos secos registrar módulos' muy bajos.
la red hidrográfica está constitui~ pQ.r todo un conjunto de arterias fluviales poco importantes gue descienden del sector oriental de la S. Cálderona, y que presentan un régimen hidrico espasmódico. Estas arterias o afluentes adoptan una forma de espiga, especialmente visible en la margen
derecha, que ,hace s11poner tlna evolución por capturas de la red de afluentes del Palancia,, ya que
no hay causa estructural que lo justifique.
CLIMA'I'OLOGIA Y VEGETACIÓN (8)
En términos generales, la vegetación es desde finales del Atlántico muy paredda a la actual
y no experimenta grandes cambios, si no es debido a una cada vez mayor presión del hombre· que
se registra en una disminución de los po~ntajes arbóreos con el consiguiente aumento de las herbáceas. El clima parece evolucionar hacia condiciones ligeramente menos cálidas y más secas. Durante el Subatlántico (800 B.C. a la actualidad) vueJve un ambiente algo más húmedo.
En un sondeo realizado en la zona de L'Estany d' Almenara, muy próxittla a nuestra área
de estudio, se detectó en su fase b entre los árboles un predominio de Quercus sobre Pinus,
siendo Q suber e) mejor representado, lo que podría indicar un aumento de la humedad durante
esta fase (Subboreal). La fase e (Subatlántico) se caracteriza por la progresiva preponderancia
de las herbáceas sobre los árboles, se aprecia 1a accjón antrópica con importante aumento de
las gramlneas del tipo Cerealia olea gue muestra fuertes aumentos mientras que Quercus t.
Uex-aoccifera es el único que maptiene sus porcentajes 'basta el final del diagrama. En general
parece que .la humedad fue mayor que en la actualidad durante el Subboreal. Entre aproximadamente el 5.300 B.P. y el periodo greco-romano· las asociaciones de montana meóia me
(Quercus faginea, Pinus sylvestris, Quercus suber) se desarrollan a menor altitud y de forma
más extensa que hoy (9).
la climatologla actual corresponde al tipo mediterráneo marftimo, donde invierno y verano
se distinguen de las tierras del interior por no presentar extremosidades en las temperaturas, con
medias anuales entre 12-18 °C, si bien presenta un otofio y primavera inestables y con lluvias, oscilando las precipitaciones me
(8) M. DuPRt OWVJER: l'tllinologúz y Pf¡Jeoambienre. Nuevos datru t!Sp(llloles. Referencias. Scr9icio de 1nvestigaci9n
Prehistórica, Serie de 'Dabajos Varios, 0.0 84"' Valencia, 1988, pigs. 118·146".
(9) J. PARRA: Análisis pollnico del sondaje CA.L. 81-1 (Casablanca-Almenara, prov. Caslellón). Actas del /V Simposio
de l'tllinologia Española, Barcelona, 19'82, págs. 433445.
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las características orográficas dan lugar a microcli$llas diferenciados, aumentando las precipitaciones en las laderas expuestas a los vientos cargados de humedad. Asl,los valores pluviométrícos
son más elevados en Ja zona de mop.taña (Sant Esperit, Segart...) que en el llano.
Estrechamente relacionada con las características litológicas, topográficas y climatológicas está
la génesis edáfica, siendo estos aspectos los qu.e determinan en buena parte las características físicomecánicas y químicas del suelo (10). En la zona existen tres clases de suelo:
- Entisoles de tipo fluvents-xerofluvents (franja litoral, suelos aluviales). En los entisoles formados por abundante material de acumqlación es posible el cultivo, aunque generalmente tiene
poca fertilidad.
-Alfisoles de tipo palexeralfs y haploxeralfs (en ambas riberas del Palancia en contacto con
los suelos aluviales). Son suelos tlpícamente forestales, propios de topografías llanas u onduladas.
-loceptisoles de tipo xerochrepts (en el resto de la hoja). Son suelos embrionarios cuyos horizontes de alteración~ no de acumulación~ se forman rápidamente. Suelen presentar capas duras,
y frecuentemente presentan reacción ácida y baja fertilidad.
Serán las zonas de llanura litoral y depresiones con posibilidades de riego y suelos de tipo haploxeralfs y xerofluvents los más adecuados para el cultivo.
Dadas estas caracterfsticas, los cultivos que tradicionalmente se han desarrollado en la zona
son muy variados: cereales para grano de invierno (trigo, cebada, avena, etc.), leguminosas para
grano üudfas, habas), cultivos forrajeros, frutales de pepita o hueso y de frl.lto seco, vid, olivo, etc.
(1 1).
En la actualidad la 'Vegetación está bastante deteriorada, con un paisaje en el que predominan
los cultivos de regadío, fundamentalmente en ias terrazas inmediatas al Paiancia (01-Tl), y los cultivos de secano, en Ja mayor parte abandonados, instalados en los glacis que se extienden entre los
relieves montaftosos y las terrazas de regadío, así como también en vertientes aterrazadas. En Se·
gart, hasta hace poco tiempo, los terrenos se dedican fundamentalmente a cultivo de vifiedo y frutales de secano, aunque también se cultivaba trigo, maíz, así como legumbres y verduras junto a
las fuentes.
La vegetación autóctona se reduce a pino carrasco (Pinus halepensis) re}e~dos a las partes elevadas y vertienteS poco accesibles, algunos pinos rodenos (Pinus pinaster) en terrenos silíceos, asi como
algún reducto de encinas (Quercus ilex) muy concretos (Beselga y algún ejemplar aislado en las vertientes del GarbO en asociación todo ello a matorral de garriga: lentisco (Pistacia lentiscus), coscoja
{Quercus coccifera), y en menor medida, acebpcbe (Olea europa~a), algarrobo silvestre (Ceratonia
silicua), rom~ro (Ro~marinus oflcinalis), espliego (l..avandula vera), y en suelos sil[ceos el cantueso
(l..avaniiula stoechas) y algunos tipos de jara (Citus). Esta vegetación de garrjga ha sido atacada incesantemente quedando degradada en muchos lugares, y siendo sustituida por: J tomillo (Thymus vule
garis), la aulaga (Genista scorpius), el esparto {Stipa tenacissima), y eJ palmito (Chamaeros humilis).
Esta degeneración del paisaje parece que comienza en el siglo xvm (12), momento en que empiezan
a roturarse terrenos para el cultivo de secano deforma importante, aunque todavía en el s. XIX algunos pueblos de la zona como Gilet o Algar vivían de la producción de carbón vegetal.
(lO) J. F. TERREROS C!!BAU.OS: 'ltmas de Edafologia. Librer!a Central, Zaragoza, 1985.
(11) MINlSTBRIO Dll AGJUC\Jl.TURA: Mapa do Cultivos y Aprovechamientos, hoja Sagunto (Valencia), E 1:50.000, Ma·
drid, 1981.
(12) A. J. CAVANILLES: ObSI!rvaélones sobre la histoTÍJJ ñatural, geograjTil, agricultura, población y frutos del Reino de
Valencia. Dos vplúmenes. n• edición. C.S.I:.C. Instituto Elcano. Clásicos de Geografla n.9J., 11.• general 14, Zaragoza,
1958.
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Flg. 2.- Yadmlentos del Bronce pnúimos a Les Rabosea y su nlad6n coa puoe naturales.
SITUACIÓN DEL YACIMIEN10
Dentro del término municipal de Albalat deJs 'Throngers, localizado en las coordeQadas 39°
41' 22" lat. N, 0° 20' 25" long. W (13), se encuentra Ja Muntanya de les Raboses, lugar en que
se ubica el yacimiento del mismo nombre (lám. 1, 1).
El entorno del yacimiento es montaJioso, delimitado por dos alineaciones importantes en la
zona= el macizo del Garb1 al oeste y Jos montes de Sant Esperit al este. El yacimiento se encuentra
03) lNmtvro GEOORÁI'ICO-v CA1:AsTRAL: Hoja 668-Sa¡unto, B 1:50.000, Madrid, 1945.
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en la margen derecha del Barranc de Segart, el cual rodea su vertiente oeste poco antes de desembocar en el Pal!ncia.
El Barranc de Segart~ que arranca de la vertiente oriental de la Calderona, es de escasa entidad
(en tomo a 5'5 km), y responde a una circulación bídrica de carácter espasmódiCQ, al igual que
el resto de los del entorno_, con fuertes arrastreS en los momentos de lluvias dada su alta densidad
de drenaje (14). La mayor parte del tiempo es un cauce seco relleno de materiales detríticos (de
tipo aluvial-coluvial, Holocenos).
Existen numerosas fuentes que nacen en el entorno del barranco y en zonas próximas: Font
de la Murta (la más próxima al yacimiento), Font del Barranc de Segart, Font de Sant Esperit,
Font del Pi (Gilet), Font de l'Omet (Estivella) etc. Estas fuentes han servido en otros mom.eotos,
e incluso actualmente, para el riego de pequeñas huertas situadas en sus proximidades (en la vertiente sur de Les Raboses, en la parte baja, existe actualmente un huerto de cltricos regados gracias
a una retención de aguas de arrastre}.
La configuración de la Muntanya de les Raboses responde al típico paisaje en cuesta que se
desarrolla en el entorno .inmediato. Está constii.Uida litOiógicarnente por materiales calizos del piso
intermedio del 'frias (Muschelkalk), a pesar de que tos materiales dominantes que afloran en la
mayor parte de los alrededores son los del piso inferior (Buntsandstein), areniscas rojas tan caracte_
rlsticas de las elevaciones más importantes de la zona (Garbl, Sant Esperit, Picaio). Presenta eJ;t
la ladera sur un cortado rocoso de dificil acceso, observá1;1dose en este sector el piso superior del
Euntsandstein (arcillas abigarradas verde-ocre en forma de bancos pizarreños compactos de no mucha potencia), que se encuentra inmediatamente por debajo de las calizas de superficie. EstO e~plica
Ja característica morfologla de estas cimas, con una de las vertientes cortada a pico pasando en
brusca ruptura de pendiente a las arcillas subyacentes (ladera sur-este), mientras que la vertiente
opuesta presenta una inflexión suave o lomo redondeado en dirección al rio (ladera norte y oeste).
La morfologfa de la cima es más o menos alargada, con el punto más elevado en la zona ~
aflorando en superficie a lo largo del límite Sur del yacimiento la roca caliza.
Actualmente las laderas presentan abancalamientos para el cultivo de olivos que se encuentran
ya abandonados, y que en parte se sune¡popen a estructuras de aterrazamientos del momento de
ocupación del poblado.
- La ubicación del yacimiento debe estar en función del Barranc de Segart, paso natural para
salvar el obstáculo que la Se.rra Calderona supone entre el valle del Túria y el valle del Palancia,
via de comunicación natural esta última que conducirá a las tierras turolenses.
Para atravesar la.sierra existen numerosos pasos, aunque todos parten del llamado «Pas d'Aleala», que desde Valencia alcanza la zona de Segorbe por Monteada, Naquera, Serra y Torres:.Ibrres.
Este es el camino más corto entre Valencia y Segorbe, si bien el camino de la costa pasando por
Sagunt hasta alcanzar el Pah\ncia es bastante más cómodo. Del Pas d'Alcata se desgajan varios,
aunque el _ ahora nos interesa señalar es el que utiliza el Barranc de Segart para salir hasta
que
la cuenca del Palancia. Nos referimos al denominado «Pas de Comediana>>, que desde Museros1
Massamagrell y RafelblPlyol, toma el Barranc del Cabe9 Bort, Barraoc de Comediana (pasa en~
el Pie de !'Águila y sur de La Mola), Font del Campaner y Barranc de Segart siguiendo su curso
hasta llegar al Palllncia. Próximos a este recorrido se encuentran varios yacimientos de la Edad
del Bronce, lo que tal vez esté indicando la efectividad de esta V]a durante la prehistoria (15) (fig. 2).
(14) A
esto contribuye el factor
litológico~
areniscas IJ)jas en su mayorla pertenecientes al Buotsandstein.
(15) E. LwCH ARNAL: Los ptiSQs TUJtultÚes de la sierra de Náquera (o Calderona). Copia mecanografiada de su original
in&lito, biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
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Fig. 4.- 1: X:-26, corte este. 2: A-8, corte este.
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Flg. S.- Corte del extremo oeste del monte.
RESULTADOS DE LAS CAMPAÑAS: 1987, 1989
y
1991
Los trabajos de excavación ord~aria se estructuraron en función de una cuadriculación general del yacimiento en unidades de 2X2 m. Para realizar esta cuadriculación se estableció un eje
básico que.., teniendo su origen en el extremo este del monte, lo recorrla longitudinalmente hasta
el extremo oeste (eje E/W aproXimadamente). Cada cuadrlcula,se denominó con una letra mayúscu~
la (eje NLS) y un número (eje EIW) (fig. 3).
CAMP~A
1987
Durante la excavación de urgencia que realizamos en 1987, cuyo objetivo era comprobar la
estratigrafía que se observaba en los cortes rea.lizados por los excavadores clandestinos, centramos
los tnibajos en el área oriental de la plataforma superior (catas A-5, A-8 y B-10), ya que era esta
la zona más afectada.
A grandes rasgos, pudimos comprobar la existencia de una serie ae estructuras constructivas
y de dos niveles diferentes (fig. 4, 2). Al nivel superior (E. It ll, Ill) van asociadas las estru.ctu.ras
localizadas: dos muros en las catas A-8 y B-10, que al parecer, por la estratigrafía de ambas
zonas, debieron de formar parte de un mismo espacio. El muro documentado en A-8 corría paralelo a la cresta rocosa que recorre en sentido E-W la parte superior del yacimiento, mientras que
el de la cata B-10 se dísponfa perpendicular al anterior y por la dirección que tomaba se uniría
a aquél.
Estos muros se asientan sob(C la roca_, y presentan una técnica constructiva en la que se crea
una hilada exterior bien definida a base de bloques grandes que se combinan con otros de menor
tai);laño unidos con tierra, mientras que el interior se rellena irregularmente con bloques no seleccionados y tierra, adaptándose a las imgwaridades d~ la roca 'f apoyándose a la vez en ella, por le
que no presentan cara interna.
En algunos puntos la cara del muro s.e cubre con losas planas colocadas verticalmente, por
lo general en las zonas donde no hay bloques grandes y regulares.
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Fig.. 6.- Zona excavada en la campaña de 1991: maro soperio~.
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FJg. 1.- J>', e•.33, corte oeste.
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.E. RlPOLLÉS ADELANTADO
TIPOlOGlA EN LA UBICACION DE YACIMIENTOS
1.0mbra y laderas de relieve en cuesta
2. Espolón de relieve en cuesta
y laderos de Wl cerro
4 . Loma en unión a cima mayor
3 .Ombre
s . Cresta central
6 .Cntsta
7- L.oma
.S
.1
~6
-1
~----------------~
Fig. 8.- Tipología en la ubic:adón de yacimientos.
rm,
Por debajo del estrato gue suponemos actuaria como piso o base de esta estructura (E.
se localizaba otro nivel (E. IV, V, VI) de IIUltriz muy fina, sin apenas fracción gruesa, de colo.r
grjs y con abWldante material fragmentado que rellet,taba las irregularidade$ de los bloques de roéá.
En el extremo oeste del yacimiento abdmos también una cata (X-26) para comprobar la estrati·
grafía de esta zona (fi~. 4, 1). Aqni aparecieron una serie de estructuras asociadas a un piso (E.
I, II): resaltes de arcilla con entrante semicircular y losa en la base que debe corresponder a la
impronta Y apoyo de Wl poste, y varias estructuras circulares de piedra. Por las características que
presentaba la zona. excavada, pa,recía tratarse del intedor de una estructura de habitación.
En Wl sondeo que se realizó en el cuadrante SIB de la cata, al ]evantar el piso apareció un
peque60 muro de tendencia circular construido con dos hileras de piedra, y asociado a él Wla im]>Or·
tan te cantidad de material (E. m). La base de este sondeo la constituia Wl nivel de color rojo inten·
so (E. IV) que identificamos, en aquel momento, con la base natural del monte.
CAMPARA 1989
El objetivo de esta campafia fue defunitar la e~tensi.ón total del yacimiento, por lo que los
trabajos se centraron en tres puntos diferentes del monte (fJg. 5):
- En la plataforma superior o primera tenaza se amplió la excavación de la zona oeste (catas
A-31, B-31, B'-'31, A'-30 y 8'·30) con el fm de localizar los limites de la estructura de habitación
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aparecida en la campaña anterior. Sin embargo sólo fue posible documentar la continuidad del piso
en algunos puntos Oos más próximos a la zona excavada en 1987), sin que pudiesen constatarse
los limites de la habitación. A pesar de ello, ta estratigrafla presentaba unas caracteristicas similares
a las de la campaña de 1987, observándose en esta ocasión cómo por debajo del nivel rojo de base
se situaba un estrato gris muy fino.
En una cota algo inferior se abrieron también dos catas (A-31, B-31) en las que sólo aparecieron
gran cantidad de bloques que a pesar de presentar cierta irregularidad en su disposición no conformaban con claridad ninguna estructura.
-En la segunda terraza se abrieron dos catas con el fin de comprobar si la zona también
estuvo ocupada (D-31, B-31). Se localizó un muro de grosor considerable (150 cm), con una cara
norte bien delimitada con hiladas realizadas a.base de bloques de formas regulares de tamaño medio
y graXJ.de. mientras que la cara sur estaba ~o definida. El interior presentaba un relleno irregular
de tierra y piedras.
El muro se a{>oyaba directamente sobre. la roca., y estaba asociado en la zona norte a un piso
realizado a base de margas y losas de rodeno que cubría las irregularidades del terreno.
La estratigrafía aparecia diferenciada a ambos lados del muro, aunque no se observaron reestructuraciones del espacio o diferentes. ocupaciones.
- La tercera terraza se caracteriza por lá presencia de un saliente de forma aproximadamente
trapezoidal que llama la atención por presentar un paramento a base de grandes bloques, muy similares a los que constituyen la base de las actuales terrazas de cultivo. En esta zona se realizó un
sondeo en el que se comprobó que se trataba de una estructura maciza a base de bloques seleccionados (J-31, K-31, L31): una acumulación rápida de bloques de tamafio pequeño y medio en el interior
y grandes bloques en posición más o menos horizontal en superficie.
Una vez documentada la existencia de estructuras constructivas en las diferentes terrazas del
yacimiento, se intentó una aproximación a la organización del espacio interno del mismo. Los trabajos se centraron en el extremo oeste de la _plataforma superior (C'-33, C'-32 1 C'-31, C'-30, D'-33,
D'-32, D'-31, D'-30)1 zona donde y~ se habían excavado restos que inteQ>,retamos como pertenecientes a un A~a de habitación .
Se localizó un muro que presentaba una an;rplitud máxima de 200 cm, y que partiendo de Jo~
afloramientos de roca del cortado {limite sur del monte) se dirigia hacia el centro del yacimiento
con un~ delineación irregular y marcados retranqueos (fig. 6).
La estratigraíia aparecjda a uno y otrQ lado del muro es claramente diferente. Al 'Sur del
muro el espacio excavado pone de manifiesto la existencia de un Area de habitación (mateñal
in situ, molino, piso de losas y marga), cocrespondiente a una Unica ocupación que se apoya
directamente sobre la roca (lám. II, 1). En la zona norte se observa la utilización del espacio
en diferentes momentos. Un nivel de relleno intencionado de color rojizo intenso con un desarrollo irregular (mAs o menos potente y con más o menos fracción gruesa según zonas) los separaba
de forma nltida (B. llb). Por debajo de él se localiza un nivel gris de matriz OlUY fina sin
fracción gruesa (E. III), y con abundante material fragmentado, tanto cerámico como óseo (fig. 7;
lám. Il, 2).
Es en esta zona, por la mayor extensión excavada, donde podemos intentar una interpretación
funcional del espacio. El muro localizado en la última campaña y que corresponderla al momento
-59 -
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14
B. RIPOJ:.W ADELANTADO
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Afloramientos Jurósicos: calizas
con nbdulos de silex
Afloramientos Pa~cos:Pizarras
Afloramientos de cobre
Fi¡. 9.- Zona de aprovisioaamiento de materias primas.
más antiguo de la construcción en el yacimiento, actuaria como aterrazam.iento, contención o estructuración del espacio más elevado de1 monte en donde se ubicarlan una serie de estructuras
de habitación. Al norte este muro crearía una zona de paso o articulación del espacio qu~ supuestamente, quedarfa limitada a un nivel inferior por otro muro de similares características, tal vez el
localizado en la segunda terraza. En un momento posterior se rellena parcialmente sólo la parte
norte del muro reot:iliztndolo en algunas zonas y creando una serie de estructuras de habitación
que probablemente modificarían la funcionalidad del espacio respecto al momento anterior.
- 60 -
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CES RABOSES: UN YACIMIEN'ro DE LA EDAD DEL BRONCE
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Fig.lO.- 1: .R.abcJse8.89, B' -301IL 2: Rabose$-891 A' -30/JL 3: Raboses.91, D'-33/IIJ.
-61-
pcm.
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16
E. RIPóLLÉS ADELANTADO
CONCLUSIONES
Como resultado de los trabajos llevados a cabo hasta el momento en les Raboses, con una extensión excavada de 90m2, podríamos hablar provisionalmente y en espera de nuevo& resultados, de;.
un yacimiento de dimensiones considerables en relación a otros del entorno próximo (2.500 m2
aproximadamente), en el que se modificó el espacio disponible mediante estructuras constructivas
que debieron suponer un esfuerzo colectivo importante. Siguiendo a Chapman (16), por las dimensiones del yacimiento, podda haber estado ocupado por unas 7 5 personas; si bien la falta de excavaciones en extensión que confirmen el número de estructuras de habitación, así como la dinámica de
ocupación de las diferentes zonas del yacimiento, hace poco consistente este cálculo.
Haciendo un intento de reconstrucción de la estructuración general del yacimiento a partir
de los restos documentales hasta el momento, podríamos inte!J?fetat que la superficie del monte
debió de acondicionarse en base.a cuatro muros de aterrazamiento aproximadamente paralelos que
se adantaron a las curvas de nivel (dos documentados en excavación, uno visible en superficie y
otro que, por la pendiente existente en la zona oeste, suponemos debe existir entre los dos aparecidos en excavación). Estos muros de amplitud considerable, crearían espacios utilizados para la construcción de habitaciones y zonas de paso o acceso.
Con cierta seguridad podemos plantear que la plataforma superior del yacimiento, donde actualmente aflora la roca, debió de estar ocupada por una serie de estructuras de habitación que,
al menos en el extremo oeste, se apoyan o utilizan como pared la cara interna del primero de Jos
muros de aterrazamiento, mientras que la cara externa de este QlUfO Stctuaría como límite de una
zona de paso.
De las características, forma, ~año y orientación de las supuestas habitaciones de esta zona
superior, no podemos decir gran cosa ya que no ha sido wsible localizar los limites de ninguna
de ellas, aunque es lógico pensar, por lo que se observa en otros yacimientos excavados (17), en
una disposición perpendicular al muro de Umite o aterrazamiento, extremo que habrá de confirmarse en próximas campañas.
Respecto a la funcionalidad de la segunda terraza es dificil definirse por el momento, dada
la reducida extensión excavada.
la zona más baja del yacimiento ya hemos dicho que quedaria constituida por una estructura
maciza de planta aproximadamente trapezoidal que arranca de la últíma línea de aterrazamiento..
y que p<>r el momento pensamos que debió de tener una función de control o defensa.
En cuanto a los materiales de construcción utilizados podemos señalar:
-Utilización de bloques de caliza} procedentes de la misma cima del cerro, como parte básica
de los muros (grandes bloques seleccionados con una cara regular para la parte externa del muro
y bloques irregulares de menor tamaño para el relleno interno).
-Losas de rodeno, subidas de la parte baja del monte, pata el recubrimiento de muros, bases
de postes y nivelación de pisos.
-Tierra como parte integrante y tle unión de los muros.
- Margas o arcillas, obtenidas del cortado que presenta el cerro en la vertiente SIE (piso intermedio del 'Días), para el revoque de muros y construcción de techumbres o parte superior de las
paredes.
(16) R. CHAPMAN: La forf1111ción de las ~}eáades complejas. Ed. Critica, .Barcelona, 1991. (Recoge los cálculos d_
e
Ren1n:.w para Ja zona del Egeo.)
(17) B. MAR1:1: La Mllntanya Asso1ada (AJzira, Valencia). Lucentum, 1, Alicante, 1983, pá¡s. 43·67.
-62-
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LES RABOSES: UN YAClMIENTO DB LA EDAD DEL BRONCE
1
2
3
Flg. 11.- 1: Ptuyes BJ.anqoes, depósito Ceatro Arqueológjco Saguntino. 2: La Murt:a, dep6sito C-A.S. 3:
Mootanya Marxac y PScaio U, prospeccl611 superfldal.
- 63 -
17
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ll.. RIPOLLÉS AD-eJ.ANTAOO
18
-Elementos· vegetales para la cubriclón de las viviendas (bloques de parro con improntas).
Los paralel~ que a grandes rasgos, dada la ·es-~a ~up_erfjcie e~cavada, .se pu_ede.n citar para
la organización del espacio y Uis estruJ:;tútáS localizadas hasta ·el momento en Les Rab.Qses $On nü~erosos, ya que las caracteristicas. gue se observan responden a las que actualmente evidencian
la mayoría de poblados de la Edad de1 Bronce y gue se manifie$tan en granoes estructuras éonstructivas que acondicionan y m.odifican de forma .importante el espacio ocupado (18).
Por citar algunos yacimientos que con§ideramos bastant~ vinculados al de les Raboses, en
el yacimiento del Puntál de Cambra (Villar del Arzobispo) (19) se observan también una serie de
estructuras que los excavadores denominan sin distinciones como departamentos, y que aparecen
distribuidas en tres niveles o terrazas. En la prim,e¡a de ellas, un muro de cierre que se adosa al
limite superjor del yacimientQ actúa como pared trasera de algunos ~. los departamentOs. Se mencjonan también una serie de estructura$ de defensa de las que nos interesa destacar la denomina9a
«E». Se .trata de una estructura cuadrangular de 4'5 m de la que p.arte un muro al que se asocian
otras peq,uel'las esqucturas circulares. Se sefiala que en el ·interior de esta construcción cúadfangular
sólo se localizó una serie de capas continuas de piedras. Esta estructura seria similar al ángulo
inferior localizadp en Les R.aboses, si bien ~n el Puntal de Cambra se ubica en la parte suJ?Crior
del yacimiento.
Estructuras macizas simila_ se citan en la. Mu.ntanyeta de Cábrera (Vedat de Totrent) (20)
tes
o Tottelló d!Ohda (Onda) (21).
'Thmbién en el Castillan~jo de los Moros (Andilla) se mencionan uila ~tie aé estructuras a diferente nivel, aunque no queda clara la existencia de verdaderos muros de aterrazamiei,íto.
En Pefia .la Dueña (feresa) (22} también S(} bª-bla de muros de contención que ni:velan la superficie. habitable, sefialando qúe éstos se construyen con grand~ bloques alargádqs unos a continua~
ción de otros con cara, en algún caso, a ambos lados del muro. Estas características recuerdan bastante a lOs muros de. aterrazamiento de Les Raboses.
De cua,lguier modo parece claro que las estructuras documentadas .h.asta elm.omento e.n les
Raboses están en la línea dé la in:¡,agen que los recientes trabajos de investigación dan de ~tos
yaci.miéntº.s, es decir, importantes oon-strucciones que suponen 'tln és.fuerzo colectivo considerable.
Sería el caso de La Liorna de Betxi (Paterna) (23), la Muntanya Assolaaa (Alz.ira) (24) o la Mola
d'Agres (Agres) {25).
(18) B. MARI't-y J. BER.NAB.EU: La Edad del Bronce en el Fllís Valenciano. En AragóniLitora/ Mediterráneo: intercam·
blos culturales durante la p~hls~ria. JlQ.menaje a Juan MalU.que:r de Motes,. ZMa&oza, 1'990, pigs. SF-355.
(19) r AtcAei!R. Guu: El Puntal de Canibí:a (Villar del Mobispó, Valencia). Arc'hivo de Preh4toriq .LzyantliUJ, V,
Vll!epc@. L9;4, ;págs. 65·84.
(20) D. FLE.lCHER y E. Pu: El pobkiJ!.o de la ptJad ·tlel Bronce de la 'Mantany.etli de Cabrera ~dat de Torrent). Ser vi·
cío dé Investigación Prebistóri.ca, Serie de Trabajos Varios, n.? 18, Valencia,l956.
(21) F. Gusr JENP.R: :Excavaciones' en el récinto : ortificado ael Torrelló d'Onda (Cast~lló'n), C.offgteso !Vtrcional de-.ttr~
f
queologfa,
Zaragoza, 1915. p~. 347.
(22) l Ar.cAm: Dgs esta~ion~ arprlcas en la región levantina. Archivo (/e Preh]storia Levantina, II. VaJ~.ttcia, 1945,
xnr,
págs, t5H63.
(23), M... J. DE PEDRO: i.a tloma .de Bexti ~ter~a): datos sQ.bre técnil:aS de construcción durante la Edad del Bronce.
Archivo de ~hlsto~ l.eyqntina, XX, Valencia, 19.90, págs. 327-346.
(14) MA\9'1: Op. r:;jt. nota 17.
(25) M. GIL-M~REU: El pob.ladó deJa Mola d'~. Qw !
1981, ~· 75-8.9.
-64-
[page-n-65]
19
LES RABOSES: UN YACIMIENTO DB LA EDAD DEL BRONCE
L"AUlARDETA
MONT DE1S TEUERS
J
O~IOm.
llOMA OU SAUR
LA MURTA
Ffg. 12.- Croquis de yacimientos de la zona del Baix PaiAnda.
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20
PIC AIO 11
E. lUPOLLÉS ADELANTADO
PICA lO
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El PARDALOT
IIAJRANCDR
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Fig. 13.- Croquis de yaciml. otos de la zona del Baix Pal&nda.
e
Los materiales localizados son abundantes; hasta el momento tres pieza$ de metal (fragmento
de puñal de,remaches, punzón y cincel), hueso trabajado (botón prismático de perforación en. <
y punta de flecha, entre otros), asi como bastantes restos de cerámica de los que haremos mención
al hablar de la problemática cronológica (fig. 10).
LES RABOSES Y LOS YACIMIENTOS DEL ENIORNO
En la zona del Baix Palaocia hay escasas noticias de yacimientos que puedan relacionarse con
momentos anteriores a la Edad del B.ronce. Existen datos aislados sobre alguna cueva de posible
adscripción Eneolítica como la Cova deis Lladres (26) o del momento de transición EneoliticoBronce, caso de la Coveta del Picaio (27)..
(26) ENGUIX ALI!MANY y MARTI OtiVER: Op. cit. nota S, pág. 23.
(27) V. LERMA y J. BI!RIIfABEU: la coveta del Monte Picayo (Sagunt, Valentía). Archivo dé Prehistoria Levantina, 15,
Valencia, 1978, págs. 37-46.
-66 -
[page-n-67]
LFS 'RABOSFS: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
21
Sin embargo en el Baix Palancia hay documentados una considerable cantidad de yacimientos
de la Edad del Bronce. Este contraste entre la abundancia de asentamientos del Bronce y la escasez
de poblamiento anterior debe estar en relación, al menos en parte, con su distinta ubicación, debieñdo suponer para el periodo precedente una ocupación fundamentalmente en llano que dificulta,
con respecto al poblamiento en altura mayoritario en la Edad del Bronce, una fácil localización
dada la intensa actividad agricola de la zona.
la distribución de estos }'acimientos es desigual, dándose zonas de mayor o menor concentración en función , fundamentalmente, de la intensidad de las prospecciones. Asi en el entorno del
barranco de Segart, prospectado por A. Monzó Nogués, se localizan siete yacimientos (les Raboses
[1), L~bardeta, Mont dels Terrers, la Redona o Mont Alt, La Murta, Castell de Segart y Liorna
del Saler); del mismo modo en los alrededores del Mont Picaio, por prospecciones realizadas por
el Centro Arqueológico Saguntino y por nosotros mismos, se conocen cuatro yacimientos (El Parda·
lot, Picaio, Barranc del Llop, La Jordana). Del resto de yacimientos conocidos tres se sitúan también
en la margen derecha del Pálancia (Muntanya Marxac, Picaio l, y Penyes Blanques), y Sólo dos
en su margen izquierda (Picaio IT, y Pie dels ·Corbs [15]). El yacimiento de Penyes Blanques, si
bien no forma parte de la comarca del Baix Palancia, por su proximidad e interés de sus materiales
hemos considerado conveniente incluirlo en el presente trabajo.
DISCRIPCIÓN DE YACIMIEN10S
2. VAlbardeta (28)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 330 m. T. municipal de Albalat deis 'Th.rongers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 2 (fig. 8).
El yacimiento se sitúa en un espolón o plataforma a media altura del monte de L'Albarda,
junto al Garbí, próximo a la desembocadura del Barranc de Segart en el Palancia (29).
Dominan las litologías triásicas, arenis~ rojas de la facies Buntsandstein (TQdeno).
Este pequel'lo espolón que alcanza unas dimensiones máximas de 780m2, presenta unas lade·
ras de fuerte pendiente, lo que unido a su altitud relativa (140 m) lo hacen de muy dificil acceso.
Tanto al no¡te como al sur lo circundan sendos barrancos que encauzan los arrastres de las
vertientes del Garbi. En sus laderas se observan restos de antiguos cultivos de secano, dominando
actualmente una vegetación de monte bajo con pinos y encinas aisladas en. los alrededores.
L~Jbardeta ocupa una posición de impOrtante visibilidad, ya que además de visualizar el resto
de yacimientos del barranco de Segart, controla tambjén la entrada al barranco desde el Palancia
y buena parte de la cuenca del rio.
(28) A. MoNZó Nooués: L'Albanleta (Albalat deis Tarongcrs, Valencia). Archivo de Prehis/QrÚl Levantina, V, Valen·
cia, 1954, pigs.15·18; ENGUIX y MAirrl: Op. cit. nota 5, pág. 20; LtoBREGAT: Op. cit. nota 4, págs. 59-60.
(29) las referencias de ubicación del yacimiento que dan tanto A. Mo01.6 Nogu!s, como posteriores publicacioJ:tes
que recogen estas referenc.ias, nos hace pensar en una confusión en su l~ión: ((Cntn: el barranquet de Pujo! y otro
que pasa por la estación P.rtivella-Albalab>, esta ubicación corresponde al último montlculo que existe antes de llegar al
valle del Palancia, aunque despu~ de su prospección sólo pudimos documentar escasos restos cerámicos en el extremo
SE. Por otra parte en el Ayuntamiento de Albalat se Q.OS informó de que L~barda se denomina a la cima del monte
en que nosotros situamos el yacimiento.
-61-
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22
E. R.IPOLL~ ADELANTADO
En superficie existen restos constructivos, sobre todo en la zona oeste y S/W que es la que
enlaza con la cima de VAlbard.a.los muros están construidos ~ base de .grandes bloques de rodeno.
Se observan también otras estructura&, Q.O tan evidentes, que parecen rodear la peque.fta superficie
del espolón y que crean en la zona este una pequefi.a terraza (fig. 13, 1). El material superficial
es bastante escaso.
3. Mont dels Thrrets (30)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 284 m. T. municipal de Albalat dejs Tarongers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 3.
Situado entre el Garbi y el Barranc de Segart, el yacimjento ocupa la cumb.rQ de un amplio
cerro de litologia caliza y moriologfa alargada, con laderas de prolongada pendiente en las que
se observan restos de antiguos cultivos de secano.
la visibilidad desde el yacimjento es muy amplia, controlando buena parte de la cuenca del
Palancia, desde Alfara d'Alglmia (limite de la comarca) hasta su desembocadura, asl como los poblados situados en torno al Barranc de Segart.
En base a las estructuras conservadas en superficie hemos calculado que ocuparía unos
1.900 m2• Los restos constructivos muestran una organización compleja con un recinto superior
que presenta s'll.lientes rectangulares, una segunda alineación a menor nivel, y una estructura seJnicircular al sur. los muros tienen una anchura de 1m aproximadamente y una altura considerable,
aunque Ull ve.z en parte correspopd~tt a modificaciones recientes. Están construidos con bloques
de caliza de mediano y gran tamaño (fig. 13, 2).
Los restos materiales que se observan en superficie son muy escasos. aunque no se localiza
cerámica ibérica tal como sefiala A. Monzó Nogués.
4. La Rédona o Mont Alt (31)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 427 m. T. municipal de Albalat dels ThrongersGUet. Prospección: 1987. Ubicación: tipo l.
Este monte se sitúa junto al rio Palanéia, en su m..argen derecha, formando parte de las alineaciones montañosas que separan el valle de Sant Esperit del de Segart. la cima del monte,,de litología caliza, presenta una amplia grieta que la corta en dirección E!W.
La visibilidad, dada su elevada altitud, es muy a.mplia: todos los yacimientos del Barranc de
Segart, el Barranc de la Maladicha o de Sant Esperit y toda la cuenca del Baix PaJancia.
los restos de construcciones y materiales se localizan en la mitad sur del monte, observándose
restos de cerámica medieval, ibérica y dé la Edad del Bronce. Por lo que respecta a las estructuras,
(30) Li..Oil)lEOAT: Op. cit nota 4, pág. '34;, ENIJUlX y MARrl: Op. cit. nota 5, pág_. 22; MONZO NOOUtlS (1946): Op. cit.
pÁg. 34.
(Jl) Momó NoouP.s (1946): Op. cit. notá 2, págS. 33-34; Ll.oBREOAT: Op. cit. nota 4, págs'. 73-74; BNoorx y MARfl:
Op. cit. nota S, pág. 21.
nota 2,
-68 -
[page-n-69]
LES
RABOS~:
UN YA.CJMIENTO DE LA EDAD DBL BRONCE
.23
dada la continua ocupación del lugar hasta el s. XV, es dificil establecer los limites del posible yacimiento del Bronce.
S. La Murta (32)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m 224 m. T. municipal de Albalat dels Throngers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 4.
Situado en la margen derecha del Barranc de Se9J1, ocupa una pequefla loma de escasa altitud"
.relativa que se une a una cima mayor por medio de un, suave collado.
Por el norte la circunda el Barranc de ~gart y por el sur el de la Murta, donde se ubica la
fuente del mismo nombre.
Desde el yacimiento se divisan los poblados de El$ Terre.rs, L'Aibardeta, Les Raboses y Castell
de Segart, asi como el curso del Barraoc de Segart hasta su enlace con el rio Palancia.
En base a Jos restos constructivos que se conservan y que parecen delimitar cuatro terrazas
que se adaptan a la morfologia del monte, calculamos una extensjón aproximada de 1.170 m2• Los
muros que se conservan, y de los que quedan abundantes derrumbes sobre todo al este, están construidos a base de bloques de caliza de mediano y gran tamaflo, configurando en algún punto estructuras cuadraogalares (fig. 13, 3).
El material de superficie es abundante, diferenciándose muy bien la zona del poblado del bronce, donde no se localiza más que cerámica de es_te momento, del collado que une la loma con la
cima superior, donde hay restos de ce@mjca ibérica.
6. Castell de Segart (33)
Hoja 668. Sagunto. B/1:50.000. Altitud s.n.m. 265 m. T. municipal de Segart. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 3.
Sobre el cerro en que se levantan los restos del CasteU de Segart se observan fragmentos de
cerámica pertenecientes a la Edad del Bron~ por lo que suponemos debió de estar ocupado en
aquel momento.
El control visual es importante como lQ demqestra la construcción medieval, desde donde se
divisa el inicio del barranco de Segart y parte de su cuenca, asf como los yacimientos de La Murta,
Les Raboses y Bls Thrrers.
(32) MoN"ZO Noo~ (1946): Op. ciL nota 2, ~· 7.9; LIDBREGAT: Op. ciL nota 4, páp. 62-64; ENourx y MAm: ~
clt .nota S, pág. 21.
(33) Lt.o.BR.EOAT: Op. cit. nota 4, págs. 74.75; ENGUIX y MARI'I: Op. cit. nota 5, pág. 26.
- 69-
[page-n-70]
E. IUPOLLEs ADEJ.Mf!ADO
24
7. Lloma del SaJer (34)
Hoja 696. Burjasot. Ell:50.000. Altitud s.n..m. 284m. T. municipal de Albalat deis Tarongers.
Prospección: 1987. Ubicación; tipo 4.
El yacimiento se sitúa en una loma de escasa altitud relati~a. 64 m, en las últimas estribaciones
meridionales de la Serra Calderona, abierta ya a la llanura litoral.
El control visual abarca una via natural que enlaza con el Barranc de Segart, dirigjéndose
también hacia la llanura litoral, el"Barranc de Carraixet y parte de la llanura del 1\íria.
la forma de la cima, más o menos ovalada, se .encuentra rodeada por un muto que delimitá
la superficie del yacimiento (652 m1) (fig. 13, 4).
EJ material superficial es bastante escaso, y a pesar de,que en la bibliQgrafia se cita cerámica
ibérica no localizamos ningún Tr.wnento.
8. Muntanya Marxac {35)
Hoja 668. Sa_gunto. E/1:50.000. Altitud: 427 m s.n.m. T. municipal de 'Estivella. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 4.
El yacimiento se sitúa en una cima elevada denominada Muntanya Negra (36), y se e~tiende
hacia el norte en un pequefto monticulo a menor altura que la cima. La parte más accesible es
la del oeste, donde se une mediante una pendiente prolon_gada a otra cima mayor.
Desde el-yacimiento se tiene una amplia visión del entorno: la cuenca del PaJ.ancia y yacimientos como Picaio I, Picaio n o ya máS al interior el yacimiento de Penyes Blanques.
Los restos constructivos que se observan en superficie se extienden a uno y otro lado de la
cresta caliza que etiste en el centro de la cima. Las estructuras, que en algunos casos se ven afectadas por perforaciones de excavadorares clandestinos, presentan en planta varias alineaciones. Se
observa también una estructura re~lizada con dos grandes losas verticales que ha sido vaciada por
los clandestinos, pudiendo tratarse bien, de una técnica de construcción de muros o de una cista
(fis. 13, S).
Las dimensiones calculadas estarían en torno a los 2.100 m2•
Se observa bastante material superficial, tanto cerámica como restos de molin,os de mano,
·.
"ª'·
(34)'LUJCH ARNAL: 0p. cir. nota 15,
12; MoNZO Noou1:s (1947): Op. cit. nota 2, pág. 129; ENGUIX y MAm: 0p.
cit. nota S, pág. 20; M. GlL·MÁSCAIU'l.L y C. AII.ANEOin: El poblamiento del Bajo Pala.ncia en Época Ibérica. Sagunrum
(P.L A .V.J. 12, Valencia, 1977, pág. l98.
. .
{1S)"'BÑou!X y MAKrt:
cit. nota ~-"26.
(36) En el plaoo de situación de la bibliognúia existe un ecror de localización, si bien las ~ferencias del fJChero de
_yacimientos del Servicio de lnvestiJacion Prehistóñca son correctas.
"'J1
·s,
-70-
[page-n-71]
LES RABOSES: UN YACIMIBN10 DE LA .EDAD DEL BRONCE
25
9. Pen1es Blanqpes (37)
Hoja 668. Saguoto. EJ1:50.000. Altitud: 839 m s.n.m. 1: municipal de Segprbe. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 6.
Elevada cima con afloramientos calizos en superficie que crean una cresta rocosa superior.
Situada entre dos barrancos (el de La Saberola al oeste y el de La Jara al este), ¡>resenta un
difícil acceso tanto por su altitud como por so morfología, si bien en la vertiente noroeste parece
existir una zona de entrada al yacimiento.
Desde la cima hay una gran visibilidad, que alcanza los yacimientos de Muntanya Mantac,
Picaio 1 y Picaio IT, así como las poblaciones de Sot de Ferrer, hacia el interior, y Almenara hada
la costa.
Los restos constructivos se concentran en la parte más elevada del monte y en una plataforma,
a menor altitud, que se abre hacia el oeste, observándose importantes acumulaciones de derrumbes
entre ambas zonas. La extensión del yacimiento, en base a los restos constructivos, se aproximaría
a Jos 2.580 m2 (fig. 13, 6).
los restos materiales q_ue se localizan en superficie son bastante escasos.
10. PicaJo I (38)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud: 340ms.n.m. T. municipal de Algimia d'Alfara. Prospección: 1992. Ubicación: tipo 4.
Situado en la orilla derecha del rio Palancia, se ubica en una de las lomas orientales del monte
denominado Picaio l.
La pequella loma en
cima de Picaio 1, y presenta en su vertiente oriental un dificil acceso.
E"n superficie se observan restos constructivos de diferente entidad. En la parte superior de
la Joma hay restos de una estructura aparentemente cuadrangular realizada a base de enormes bloques reaulares. Esta estructura debe de corresponde~ a una reutilización del lugar en época ibérica,
Ya q_ue es en esta zona donde se localizan restos de cerámica ibédca.
Thmbién se observan muros de dimensiones más reducidas tanto en la zona más elevada como
en la vertiente norte, donde se conservan aterrazamientos del momento de ocupación del poblado
que han sido ,reutilizados para el cultivo de secano eñ éQOcas recientes. los restos de cerámica del
Bronce son bastante escasos.
Desde el yacimiento, que se sitúa estratégicamente en una d.e las curvas q_ue crea el curso del
río Pah\ncia, se divisan los ROblados de Pieáio rr al norte I. Muntanra Maaac al sur, asi como
parte de la cuenca del Palancia hasta Ton-es-Torres.
(37) Thvimos noticias del yacimiento a tra~ del Centro Atqoeoló&ico Sa¡.untino.
(38) Este ¡acimiento lo hemos visitado recientemente-por noticias de aficionados locales. En lA biblio&tafla consultada
no apaJeee citado.
-71-
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26
E. R1POLLÉS ADELANTADO
u. Picaio n
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud: 388 m s..n.m. T. municipal de Alfara d'Alglmia. Prospección: 1987. Ubicación: tipo l.
Se sit'úa en la margen izquierda del Palancia, en la cima de un monte elevado de litología caliza
al que rodea por el norte el Barranc de la Font, denominación que recibe por su proximidad a
la Font de Les Escales, cercana al yacimiento. La ladera este y sur presenta un cortado rocoso que
dificulta el acceso en esta zona, mientras que en la vertiente norte y oeste la pendiente es prolongada.
El yacimiento parece habeiSe ubicado en la cima (zona muy afectada por una trinchera de
la guerra civil), aunque también se extiende hacia la ladera oeste y norte donde se observan gran
cantidad de restos constructivos (linea de cierre con salientes más o menos regulares). La extensión
aproximada que ocuparla seria de unos 1.188 m2 (fig. 14, 1).
Bn superficie se observa bastante material, cerámica, molinos, etc.
12. Piciio (39)
Hoja 696. Burjasot. E/1:50.000. Altitud: 260 m s.n.m. T. municipal de Sagunt. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 2.
El monte, como los del entorno, J:'esponde a una litologla arenisca (Buntsandstein), situándose
el yacimiento en un espolón a meClia altura en la ladera oriental del Mont Picajo. La elevada ~n
diente de sus laderas, que conectan directamente con la llanura litoral_, hace que el yacimiento sea
de muy dificil acceso.
La visibilidad desde la cima es muy amplia: toda la llanura litoral desde Pu~l a Almenara
y la entrada a la cuenca del Pa!Ancia desde la costa, asl como los yacimientos de El Pardalot y
Pie deis Córbs.
El reducido espacio disponible se aprovecha creando aterrazamientQS paralelos. Los muros están construidos a base de bloques de rodeno de tamaflo medio y grande que, en forma de arcos
sucesivos, crean ligeras terrazas (fig.l4, 2).
El materlal superficial es bastante escaso, ·pero se localiza al$ún fragmento de cerámica.
13. El Pardalot (40)
Hoja 696. Burjasot. B/1:50.000. Altitud: 258 m s.n.m. T. municipal de Saguot. Prospección:
1987. Ubícación: tipo 5.
El yacimiento se ubica al norte del Picaio, separados ambos por el Barranc del Diable. La morfología del monte queda constituida por tres cimas de las cuales se eligió la central y más elevada
(39) M. VJ!GA RlsET: El monte Picayo, atalaya de civilizaciones. Arse, aJ\o'Vlll, n.•7, Sagunto, 1964, págs. 20-22;
E'Nourx y MARrl: 0p. cit. nota 5, pág. Z4.
(40)
VEOA:
Op. cit. nota 39; ENOUIX y MARII: Qp. cit. nota
-72 -
s. pág. 25.
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LES RABOSES: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
27
para el asentamiento. La zona de más fácil acceso se sitúa al oeste, aunque de cualquier modo
hay que pasar por una de las cimas antes de acceder al poblado.
Abierto a la llanura costera. ofrece una amplia visibilidad: hacia el norte se controla aproximadamente la misma zona que desde el Picaio, mientras que hacia el sur únicamente se ve el Picaio
y el barranco que separa ambos yacimientos.
El reducido espacio superior del monte se apl'QVecha al máximo, acoplándose a las crestas rocosas y atenazando hacia el norte, donde la pen~ente no presenta una fuerte ruptura. Las estructuras, que se concentran en la vertiente norte y oeste, están construidas a base de bloques de rodeno
(litología dominante en la zona), y configuran espacios complejos: salientes semicirculare,s, derrumbes en pozo, etc. (fig. 14, 3).
El material superficial es muy escaso, dada la gran cantidad de bloques de derrumbe acumulados en la superficie.
14. Barranc del Llop (41)
Hoja 696. Burjasot. E/1:50.000. Altitud: 308 m s.n.m. T. municipal de Sagunt. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 5.
Situado en la cima central de un monte alargado, a espaldas del Picaio, que se abre a la Uanurá
del Túria.
'Thnto la vertiente este como la oeste quedan delimitadas por sendos barrancos, presentando
éstas una importante pendiente que hace difícil el acceso al yacimiento por esta zona. Únicamente
resulta fácil llegar desde el norte (zona elevada que comunica varias cimas de la zona).
La visibilidad del yacimiento es importante, ya que domina toda la Jlanura hasta Valencia.
En la superficie superior se observan restos constructivos en la zona norte y sur. Al sur restos
de un muro que parece delimitar una pequeña plataforma de aterrazamiento, mientras que al norte
se observa un muro de cierre de tendencia circular y en ligero talud, asociado a una pequeña elevación (acumulación artificial). la superficie del yacimiento debió de situarse en torno a l os
1.200 m 2 (fig. 14, 4). .
Los materiales que se observan en superficie son muy escasos.
CONSIDERACIONES SOBRE EL POBLAMlENTO
La información qoe hemos presentado responde a una prospección selectiva en la que única-
mente se pretendía una documentación más detálladá de los yacimientos de la Edad del Bronce
conocidos en el Baix .Patancia. Por tanto, a la espera de futuros trabajos de prospección sistemática
que permitan un acercamiento real a 1a organización espacial de estos asentamientos, únicamente
podemos plantear algunas observaciones que se desprenden del estudio de la información existente
as! como marcar posibles lineas de investigación posterior en función de los interrogantes que los
datos disponibles plantean.
(41) Yacimlento inMíto, IocalJzado por nosotros ea las prospeociones reaJizada.s en la zona.
-73-
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28
B. RIPOLLÉS ADELANTADO
Por lo que respecta a la ubicación de los yacimientos, de las tres unidades de relieve que se
en la zona (Piedemontes y llanuras litorales, valle del río Palancia, Serra Calderona),
todos se localizan en la zona montafiosa, si bien hay que tener en cuenta la situación de yacimientos muy próximos a la zona de estudio como Els Germanells· (Rafelbull)'ól) (42) o el de la Muntanyé·
ta de I.a Pata (El Puig) (43) en pequefias lomas que se levantan en la llanura litoral, asf como la
posibilidad de que futuros trabajos de prospección evidencien la presencia de poblamiento en llano.
Son enClaves destacados, y en la mayorfa de Jos casos de dificil acceso, situándose con frecuencia en las partes externas de las sierras y/o en función siempre de pasos naturales que conectan
la llanura del lüria con el cauce del hlancia. 'Dlmbién se puede observar cómo en la mayoría
de los casos siempre hay alguna vertiente, cuando no dos, rodeaW!s de barrancos que son los que
parecen COI1Stituir las Uneas divisorias entre asentamientos.
Thnto en función de la posición que óeupan como de su altitud pueden observarse, a pesar
de la .falta de prospecciones sistemáticas, una serie de tendencias:
En el caso del Barranc de Segart (un entorno cerrado con un eje central que articula el espacio), los yacimientos tienden a ocupar altitudes medias (menos de 3Q0 111 s.n.m.), situándose en una
cota que podríamos considerar alta para e1 entorno (más de 400 m s.n.m.) únicamente el yacimiento
de La Redona o Moot Alt, ubicado en el límite entre dos unidades estructurales: el valle de Segart
y el de Sant Esperil
Los yacimientos del entorno deL Picaio ocupan estribaciones finales de la sierra que se abren
directamente a la llanura litoral, con altitudes sim.i.lares próximas a los 300 m s.n.m. Estos ya:cimientos junto al de Pie deis Corbs controlarían, desde ambas márgenes, la entrada al valle del Palancia
Qesde la llanura litoral.
Esta. posible funcionaljdad más orientada hacia el control, se reforzada si tenemos en cuenta
que, muy similares en cuanto a su ubicación ~ LJ\Jbardeta, estos yacimientos presentan unas laderas que superan el 50% de pendiente, lo que unido a su morfologia hace muy dificil el aprovechamiento del espacio tanto superior, como del llano circundante, dado su dificil acceso. Además, a
pesar de que su control visual apunta claramente hacia la llanura litoral, el acceso a los mismos
se realizaría a través de una zona elevada a espaldas del Picaio que parece poner en conexión estos
yacimientos, y que seria el único camino lógico para acceder a los .mismos.
Por otra parte, los yacimientos de Muotanya Marxac, Penyes Blanques, Pjcaio 1 y Picaio II,
más al interior de la cuenca, tendrian como característica común su intervisibilidad (con altitudes
mayores de 300.m s.n.m.), y su ubicación en extremos de sierras abieLtas a una zona donde se amplian los llanos y que queda articulada por el cauce del Balancia. Las mayores altitudes de este
gn~po las presentan 'Penyes Blangues y Muntanya Marxac, en un área de elevadas altitud~ absolutas, seguidos de Picaio ll (próximo a 400 m s.n:m.), que ,Parece responder como ocurrla en el caso
de La Redona a una ubicación límite entre dos áreas dife;:entes: el llano que se abre hasta la orilla
izquierda del Palancia al sur, y el entorno del Barranc de la Font y la Rambla de Cerberola al
norte, que conecta con las estribaciones meridionales de la Serra d'Espadi.
·
En cuanto a las dimensiones que presentan estos poblados, calculadas siempre en base a ejes
máximos deflnidos por restos constructivos visibles en superficie, oscilan entre 650 y 2.500 m2,
d~stinguen
(42) F, EsTEv~; GeNovés: Un tifeii A¡g¡\rie e:n Bl Puig. Almanaque dé las ProVillclas, Valencia, 1945, pág. 317; B.
PLA BAl.L:ESTB:R.: Els Germanells (RafetbunYQI). Archivo de Prehistoria Levantina, VI, 'Valenc;ia, 1957, pág. 200.
(43) N. P. GóMEZ SERRANO (PRIMIGENTUS): las secciones de 'lbponim.ia y PaJeotc¡po:nimia y de Arqueologla y .Prehis·
toria. Anales del ~ntrrJ de Cultura Valenciana, Xln, Valencia, 1945, pág. 62, fJS. 2.
- 74 -
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LES RABOSES: UN YACJMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
29
variación de tamañ.O que parece ir acompañada de diferencias en el esfuerzo constructivo, aunque
este punto es imposible definirlo por falta de excavaciones en extensión.
Sin embargo no parece existir relAción ei).tre tamai'lo y accesibilidad aparente. Para los yacimientos del Barrapc de Segart, las mayores dimensiones corresponden a I.es Raooses (2.500 m2),
seguido de Mont dels Terrers (1.897 m2). l'Albardeta (780m2) es quizás eL de más dificil acceso
del conjunto, pero la Lloma del Saler (652 m2) presenta menores dimensiones a pesar de su fácil
acceso.
Los yacimientos del Picaio son, como ya hemos sef'lalado, de dificil acceso, sin embargo se
aprovecha al máximo el espacio superior y sua dimensiones son importantes para el conjunto de
la zona.
Del resto de yacimientos únicamente cabría destacar las dimensiones de Penyes Blanques
(2.583 m2), por ser el mayor documentado, siendo éste tambitn por sus características un yacimiento de dificil acceso.
Este comportamiento poblacional de instalaciones en áreas montaf'losas con una concentración
importante de ~entamientos, caracteristica general por otra -parte de lo que tradicionalmente conocemos como Bronce Valenciano~ es imposible de comparar con la dinámica del momento precedente
en el Baix Palancia dado que como hemos se.Qalado con anterioridad únicamente se conocen algunos datos aislados de cue'98S relacionadas con el eneolftico o la transición al Bronce. No obstante,
tal como se aprecia en zonas próximas si ya para momentos pre-<:ampaniformes se observa una
dualidad entxe yacimientos en altura (Les Moreres de Crevillente o la Rambla Castellarda de Llfria
(44) y yacimientos en llano (J..a Ereta del Pedre~ de Navarrés estrato ll o Promontori d'Elx estrato
C) (45), durante la Edad del Bronce esta dualidad se rompe en 'favor de una generalizada posición
en altura (46).
Cualquier intento .de análisis de la dinámica socio-cultural de la Edad del Bronce pasa, creemos, por la comprensión de los procesos que están en 1a base de ese cambio en la elección de los
asentamientos.
(44) A. GoNzAl.EZ PltATs: El poblado Calcolltico de Les Moreres, Siena de Crevillente. Comun.icación presentada al
coloquio sobre EneQUtico en el ltrJs Valenciano {AICQY. 1984). Instituto de estudios Juan Gil-Albert, Alicante, L986,
págs. 89·99; J. AI>ARICJo, J. V. MAR!'tNEZ y J. SAN VAIJ!Ro: El Puntal sobre la Rambla Castellarda y el poblamiento EneoUtico en la Región Valenciana. Saitabl, n.o 27, Valenci~ 1978, págs. 37·62; 1. V. MAxr1NEZ: Puntal Rambla Castellarda
(LUria, el CamJ> de Thria). Memories Arqueologiquts a la Comunitar Valenciana /984·85, Genera~t Valenciana, Cooselle·
ria de CUltura, .Eaucació i Cjencia, Valencia, 1988, PªP· 239-240.
(45) D. FLEromR: La Eteta del Pedregal (Navarrés; Vale)Jcia). Archivo de Prehisroria Levantina, IX, Valencia, 1961,
págs. 79-96; D. Fi.BrcRER, B. PLA y E. LLOBliEGAT: lA Eieta del Pédregal (Navarrb; Valenc.ia). Excavaciones ArqueológiU:
cas en Bspafla, 42, Madrid, 1964; B. Pt.A, B. MARJ1 y 1.13BltNABE La 'E.reta del Pedregal (Navarré,s, Valencia) y los inicios
de la Edad el Bronce. Comunicación presentada al XVI COngreso Nacional dt ArqJMWiogfo (Murcia·Oirtagena, 1982), Zaragoza., 1983, págs. 239-245; R. RAMos: El Promontori de r Ai~ Do~ i SaJa, Elche: avance a su estudio. Archivo de Prehistoria Levantina, n. XVI, Valencia, 1981 , págs. 197-222.
(46) Se ha Séñalado como punto de partida del poblamiento en altura el Neolitico nc u Horizonte Campaniforme
de Transición, mencionándose el P!)blado de les Moreres de Crevillente, poblado en altura pre-ca.mpanifonne, como un
.matiz diferencial dentro de las comarcas meridionales del País Valenciano entte el Se&,wa y el Vinalopó (). 'BF:RNABEU,
l. Oui'!'ARr y J. Ll. PASCUAL: El Pals Valenciano entre el final del NeoUtico y 1a Edad del Bronce. Archivo de Prehi;stori4
Levantina, XVIII, Valencia, 1988, págs. 159-180). Sin embargo cuando
.respecto al momentQ..anteriot, entre ellas,el'inicio del poblamiento en altura, de los P9blados g.oe. $e citan como ejemplo:
.El Rincón (Rcdovátt), :Peftón de la Zorni'(Ytllena) y Puntal de la 'Rllmbla Castellarda (Lllria)~ sólo este último queda fuera
del i.mbito geográfi,co que para la etapa anterior se relacionaba con ·on caso especifico dentro del Pals Valenciano. Por
otra parte, de las noticias P,ublicadas basta el momento sobre el Puntal de la Rambla Castellarda no puede deducirse que
la ocupación inicial•del yacimiento corresponda. al Campaniforme.
-7)-
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30
B. IUPolJLÉS ADELANTADO
Tanto si en la base :de los camoios que se detéctan durante la Edad del Bronce eStán cuestiones
económicas y/o socio-poUticas, lo que parece claro es que el cambio en la elección de los asentamientos va a llevar asocia
~Cambios en la estructura social. La adaptación a los nuevOS' es{>acios SU{>One limitaciones
en cuanto a la.capacidad de población de los asentallllentos'. Nos encontramos, frente at poblamiento dispetso de etapas precedentes, con una concentración de la población en núcleos de menor
tamaño que adaptados a lQS condiciQñantés fisioos del espacio gue ocupan se reparten sig:qiendo
una serie de pautas en el territorio, con las consiguientes implicaciones,sociales que esto conlleva.
Re!J.ejo de este cambio en la estructura social seria la , eneralización del ritual funerario de tipo
g
individual, a pesar de que en e$te punto np se cueuw con la información. que ofrecen Qtras ~as
peninsulares.
-Estos nuevos asentamientos deberían cumplir una .serie de condiciones desde el punto de
vista económico, para una economía mixta agrícola-ganadera ('\7), que serian difíciles de obviar:
la- istancia del yacimiento a .los campos y pastos (distancia interna} y la distancia entre el yacimiend
to y los <
externa}. Por lo que respecta a la d:istantia entre el yacimiento y Jos servicios, hemos visto cómo
la ubieación, de los asentamientos estaba en función de vlas de acceso o comunicación, .que deberían ser importantes para el abastecimiento de determinados recursos (fig. 9) (48).
En cuanto a la distancia entre él yacimiento y los camPQS, partiendo del supuesto de extensiones de cultivo div.ididas para cada peblado, tanto si se ooosidera que continúan e~lotándose las
ti~t~ Jlanas, más aptaS p¡¡ra eJ cultivo, como 6i máS lógicamente pensamos que se ponen en cultivo
tierras marginales, estamos ante una intensificación d~l trabajo, ~bien en mversfón de tiempo, por
la mayor distancia de desplazamiento a los campos, o en mejora de las técnicas de aprovechamiento
de la tierra, dado que el recurso a la utilizacitm de terrenos marginates no supone en modo al&uno
una salida fácil a la necesidad
terreno$ marginales supondrá el control de técnicas de cultivo más sofisticadas (construcción de
aterrazamientos, canales de conducción y evacuación de aguá, rotáeiones de cúltivo que eviten la
mayor pérdida de suelo, abonos que: compensen la menor productividad de las tieft"a&...). Otro tema
será las cuestiones que estén en la base de esta intensificacíón del trabajo (aumento demográfico)
complejiqád s<>Qial, etc.).
En otra línea argumental, entrandO en planteamientos económicos de tipo comunitario o jerárquico, la existencia de yacimientos más accesibles al llano, de los que en la zona del Bajo Palancia
podrían mencionarse La Uom.a del Saler (Albalat dels· 'Dlrongers} o muy próximos los de El Puig
(Puig de Santa Maria) o els ~rmanells (Rafelbunyol). tal vez s~ deban interpretar como enclaves·
(47): ,B. _MA!rrl OLIVER: El nacimiento de la Ag¡if:ultum e.n el /t)l$ 'Va/encian~ ,Del Nedlftico gl IJ.ronce. UnivtJSída(i
de VaJencili) Valencia, 19.83.
(48) Respecto a este tema, se ha planteadO para zonas íntimamente relacionadas con el Baix Pld!ncia la relación oe
los ~Jltamientos; sobre ttldo en cuevas, eo:n vias de tnilihutnl1nciá de ganado (V. PAIDW.lt: YacímienlOS dél Bronce Válencíano en cuevas localizadas en el valle (le Alcab~Pra y su ¡e~cióxt con vfas de t_ramu¡napcia (Oaudiel,, CllsteUón.l. Cuadttmos
de Prehistoria .y Arqueologlá CastenaneftSes, n.0 l0, Castellón, 1984, págs. 47~1). Sln embargo consiaératnos arriesgadas
estas .eom~raciones qn.ográficas, por CQ~.nto IJ efectividad de ,es~ movimientos t!'a$llumantes estA.e,q funcJón de rebM.~
relativamente importantes que responden a platiteamientos económioós muy distintos del consumo de carne. subsistencia!
a qlll} se®stinarlan mayoritarjamente lPs rebaftos prehistóricos. Ademá$', una actividad de este tipo s'QpoJ!dria una especialización, párcial, al menos duninte un per'lodo del ano.
Quizás ~este ~o l19 de~ descartarse la trastenuina~~ccia, es. decjr, trasla~dos de lO a 15.km1 que perm:itirlan
el legtesó nOCturno y que podrlán garantizar, junto - otros élementos, el matitenimiento de cábaftas reducidas.
a
-16-
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LES RABOSES: UN YACIMIEN'IQ DB LA EDAD DEL BRONCE
31
especializados en la explotación de tierras llanas con unas características internas, por lo que se
deduce de las recientes aportaciones de la Lloma de Betxi (49), que hacen suponer una funcionalidad muy determinada, con las consecuencias que se pueden extraer de su posible relación con los
yacimientos en altura.
De cualquier modo, en relación a todo lo sefialado, habrá que esperar que el desarrollo de
la investigación aporte mayor información, ya que por el momento con los datos disponibles, de
la diferente tipología de los asentamientos (ubicación, tamafto e incluso diferentes caracteristicas
constructivas) tanto podrian deducirse implicaciones de organización territorial, o como ya se ha
seflalado una organización jerárquica del territorio (50), como estrategias ocupacionales distintas
para diferentes momentos de la Edad del Bronce.
Dada la falta de evidencias materiales que pongan de manifiesto la complejidad social que
una estrategia ocupacional de tipo jerárquico supone, tal como se observa claramente en otras áreas
peninsulares, consideramos que no deben dejar de considerarse, a la espera de nuevos datos, otras
lineas de interpretación que podrían concretarse en un poblamiento de tipo progresivo en el que
primero se elegir1an las mejores tierras y con mejores abastecimientos de recursos, y posteriormente
se ocuparían tierras menos favorables, sólo por necesidad, cuando los asentamientos mejor situados
ya estaban establecidos, siendo por tanto ambos tipos de poblados contemporáneos en algún momento. La importante concentración de yacimientos, sobre todo en la zona montañosa, suponiendo
que tengan un desarrollo cronológico paralelo, hace necesario plantear al menos como hipótesis
de trabajo la posibilidad de una explotación conjunta de determinados recursos por parte de distintas comunidades, a lo que tal vez respondería la aparente existencia de grupos de asentamientos
a los que nos bemos referido en la descripción de los yacimientos del Baix Palll.ncia.
PROBLEMÁTICA CRONOLÓGICA
El yacimiento de Les Raboses que podría tener sus inicios en un momento entre el Bronce
Antiguo y Medio no alcanzaría en su desarroJlo, por los materiales con que contamos actualmente,
los momentos correspondientes al Btonée Final. Tampoco alcanzarian esta !ase el yacjmiento de
Picaio 11 (fig. 11). El iínico que presenta con claridad una continuidad de ocupación en este momento es el Pie deis Co.rbs (Sagunt) (51).
No obstante, algunas formas cerámicas de los niveles superiores de les Raboses {>resentan claras diferencias morfológicas coa respecto a las de los niveles más antiguos (fjg. 10). Estos materiales
de los niVeles superiores encuentran paralelos en otros yacimientos en los que también se observa
una tipologla bastante diferente a la que podríamos considerar caracteristica del momento antiguo
y pleno de la Edad
(49) M.• J . .DB PEoRO: Op. cit. nota 23.
(SO) 1. BllllNABEU, l. GOTTARf y J. Ll. PASCUAL: Reflexiones en tomo al patrón de asentamiento en el País Valenciano
entre el Neolltlco y la Edad del Bronce. &gunt~m (P.L.A.V.), 22, Valencia, 1989, pAgs. 99·123.
{SI) M. ALMAo·RO-{JoRJIEA: El Pie deis Corbs de Sagunto y los Campos de Omas del N·E de la Penlnsula l~rica.
Saguntwn (P.L.A .V.), U, Valencia, 1977, págs_ 89-141; M. TARRADP.U. MATEu: La cultura del Bronce Valenciano. Nuevo
ensayo do aproximación. Papeles del Laboratorio de Arq¡¡eologfa de Valencia, 6, Valencia, 1969, págs. 7-30.
tS2) Actualmente trabajamos, como base de nue,stra Tesis Doctoral, en una estructuración tipológica del material cerá·
mico del Bronce Valenciano que nos permita acercarnos a su distribución espacial (sistema cerámico) y cronológica (secuencia cerámica).
-71-
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'B. R'IPOLLEs ADELANTADO
1.300 a.C. (53), de Orpesa la Vella con una fecha de 1.260 a.C. (54) o de Mas d1Abad con una fecha
de 1.010:±: 85 a.C. (55) 1 así como de otros yacimientos de los que no se tienen fechas absolutas,
como les Planetes (56), La Ereta del Castellar (57),.o el nivel del Brunce del Puntal deis Llops (58).
La . isma dinámica se observaría en yacimientos de las cuencas del Mijares y Alfambra.:fúria, claram
mente vinculados con nuestra zona de estudio y que se fecl,lan tambiénJ>Or paralelos y dataciones
propias hacia el s. XID-XI a.C. (59), o lo que sería lo mismo, Bronce Reciente, 'Thrdío o Bropce Final J de Rodanés para la zona aragonesa (60).
Por tanto estos materiales que como vemos se situarían en torno al 1.300-1.000 a.C., y que
hay que entender como el de$8.rrollo final de lo que venimos denominando Bronce Valenciano,
antes de que entre11 e.n juego elementos aje~¡os a e§.~ unidJld cultu.ral, si bien incidirían cronológicamente en la problemátic;a de la fase definida por Gil-.Mascarell como Broq.ce Thrdio en base a paralelos con el SE (61), no podrfan en principio relacionarse con ella por cuanto no presentan elementos
clatamente relacionados con Cogotas 1, que serian los que en el SE la individualizan.
Si para el caso del sor del País Valenciano 1os contactos con Cogotas 1 en est~ fase parecen
relativamente abundantes, en la ZQn~ norte el panorama es diferente (62). P.ara el caso de la zona
norte del País Valenciano, que es de la que tratamos, se cita en relación con este momento el yacimiento del Cas«:llet de ::Oorriol (63), donde sí que se localizan materiales relacionables co.n Cogotas
1 junto con otros adscritos a C.U., sin que sea posib1e afinar más ya que se tra:ta de materiales
procedentes de prospección superficial
· Sin embargo, la presencia de unos mateziales que parecen presentar clams diferenCias eón respecto a los de las fases antiguas y plenas del .Bronce Valenciano1 junto con el hecho de que tanto
en el CasteUet de Bo..í'riol como al parecer en el yac~e,nto dél Pie deis Corbs (64) se da la presencia
de materiales Cogotas I y C.U. sin clara posición estratigráfica, nos hacé plantear 1a posibilidad
de que tal vez en esta zona norté estemos ante una dinámica sirnilat: a la que parece darse· en el
(53) GUSl JENllR: Op. cit. nota 21.
(54) F. Gus1 JENER: El pobladO de la Edad del Bronce- de Orpesa la: VeDa ({)¡pesa del Mar, Caste116n). Cuadernos
dt~ .Prehistoria y :Arqueolagúl Castellonenses, n,ó 4, CasteJlón, 1977, págs. 79-100.
t55) f". GusJ JENER: La c;erámica de la Eclad del Brooce de lá Cueva del Más d'Abad. Gampaf!a Arqueológica 1975.
_
Cuademps de PrehiS!oria y Arqueolqgfa CllStellonen.ses, n.• 3. Castellón, 1979. págs. 10"3-115.
(56) A. GONZÁLEZ P.RAIS: Excavaciones en el poblado de la Edlid del Bronce de "Les 'elanetes, Mas d'En Serraos, Benással (Cllstellón). Cu{l(iemos· de ~histlfrill. y Arqueoíogia. Castellonenses, n.• 5, Ca$teUón, 1978. pá.gs.101)-241.
(57) L. ARN~, R {>RADI'S. y D. FU!ICHER: lA Ereta del CiJstellar (Villafranca d_el Gil/). Servicio de Investigación Pre·
histórica, serie de 'lhlbajos Va.ri~ n.• 35, Valencia, 1968.
(58) C. MATA y H. BOJIIETl Un nivel de la Edad del Broñce en el Puntal deis· Llops (Olocau, Valencia). Con~Q Nacional de .Arqueologfa, XVI, Murcia, 1982, págs. 249-256.
(59) J. IMAZO Mrr.LAN: Jnfónne> sobre las excavaciones arqueológicas en la Sima del ~uidOr (Aldehuela, Teruel). Arqueologfa Aragonesa /98~-1987, Zaragoza, 1991, págs. U9·125.
(60) J. M. R0PAN~: Del Qlcolitico al Bronce en. Ara,gón. PIQb!emas :y perspectivas.. .Aragón!Cttora.l Meditectáneo,·
intercambios culturales durante la prehistoria. Homenaje ·a J. Maluguer de Motes, Zaragoza, 1990, pAM. 299·335.
(61) M. GIL-'MASC-'RI!U: El Bronce F/nql y el comienzo de la Ediid del Hierro en el Pafs "Wzlenciano. Bronce '/brdlo
.
y Bronce Final. Monogñlfías del LabOratorio de Arqueologia de Valencia, n.q 1, Valencia, 1981, págs. 9~32.
(6~) M. Gu.-MASCAI(ELL: Bl final de la Edad del B19nce: estado actual d~ la iiiYestigácilln. Arqtiéologla en el .lbfS
J.fzlenciano. JÍI:uiorama JI J)!:F$Pf!Ctivas, Alicante, 1!>8:5, pAgS-141·152.
(63) F. EsT.EVE GALv,EZ: Un poblado de .la primera lldad del Hierro en la pllll}.a de Ca$telló. Ampurtas, Ví. "BarceJo.na1
1944, ,págs. 14HS4.
(64) A. BARRAODNA: Conferencias orgaxW..adas por el Depai1ámento de Prehistoria y Argueol()g!a dond~ se presenta.ron algunos maleri,ales ()el yaeúlliento.
-78-
[page-n-79]
LES RABOSES: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DBL BRONCE
33
"Va1le del Jalón y serranlas turolenses (65), con unos contextos para Cogotas I tardíos, posteriores
al 1.000 a.C. en asociación a materiales de lO$ Camp<>s de Urnas (66).
Si esto fuese asi,. es decir, si pensamos en unos contextos tardíos para Cogotas l, dejando de
lado su asociación o no a C.U., y siempre como hipótesis de trabajo, cobraria fuerza la existencia
de una fase reciente, tardia o final, como se la quiera denominar, del Bronce Valenciano (67), no
vinculada a la presencia de cerámica del ámbito de Cogotas 1, y con entidad y personalidad propia,
fruto del rico sustrato precedente. que no supondrá en ningún modo ruptura con la dinámica anterior. la ruptura vendrá con el Bronce Final, cuando las nuevas influencias, sobre todo de los C.U.,
darán lugar a una serie de cambios.
Hemos visto que la mayor parte de yacimientos del Baix Palancia no alcanzarían en su desarrollo el Bronce Final, y que el yacimiento del Pie deis Corbs era el único que con claridad mantenla
su ocupación en esta fase, presentando unas dimensiones mayores que los yacimientos del momento
anterior y ampliando al parecer su ocupación hacia las laderas (68), en una dinámica similar a
Jaque podría desprenderse del Tossal del Castellet (69). En relación con esto podrjamos pensar
que, del mismo modo que vimos que durante la Edad del 'Bronce se asistía a una generalización
del poblamiento en altura frente a una dualidad de ocupación en el periodo precedente, que tal
vez permita plan~ como hipótesis de trabajo una ocupación paulatina durante el Bronce Pleno
de yacimientos interiores, montafiosos y más elevados a partir de un poblamiento más antiguo en
lomas situadas en tierras bajas, para las etapas ftnales del proceso parece asistirse de nuevo a un
cambio en la estrategia ocupacional, que supondrla la concentración de la población en unos cuantos yacimientos de mayores dimensiones.
Estos :yacimientos caracteristicos del Bronce.Final 1 definido por Gil-Mascarell (70), serán pues
la evidencia de que hacia el cambio de milenio se entra en una dinámica diferente de la que se
(65) G. RUJZ ZAPATERO: Cerámica de CogotaS 1 en la serranía Throleose (La Muela de Gahe).Rq;o Aragón. Prehistoria, IV Zaragoza, 1982, págs. 80-95.
,
(66) Sin em~ ~Y que senalar que 6sta no es una postura unánime (ver por ejemplo: J. A. HERNANDI!Z VERA:
Difusión de elementos de COgotas 1 hacia el valle del Ebro. Cuadernos de Investigación Histórica, t. IX, fase. l 0 ,l.ogrofto,
1983, pál!$.. 65-79 o J. A. BBNAVENTE: Un (ragmento cerámico de Cogotas 1 procedente del ~bezo del Cuervo. Alcal'liz,
'ICrucl. /Jqjo Aragón. Prehistoria, N, Caspe, Zaragoza, 1985, págs. 241-243).
Rodao~ (Op. cit. nota 60) plantea la existencia de diferentes facies dentro del Bronce Reciente en Aragón. Asr mientras
la faso llb, llc de Moncln (Borja, Zaragoza) se relaciona con una expansión de Cogotas l datl\da en el s. XI a.C., los ballaz·
gos relacionados éOo.este.h.orlzonte en yacimientos como Cabezo deJ Cuervo (Alcafliz, 'Thruel), Siriguarach (Aicaniz, 'Thruel)
o la Muela de Galve (Perales de Alfambra, 'leruel) entre otros, .se consideran esporádicos e intrusivos en un Bronce Reciente
autóctono, mejor definido a nivel teórico que real y que ·se fecha en torno al 1..270 a.C. en Cabe..zo del CUervo o
1.090-1.110 a.C. en Sima del Ruidor.
(67) la existencia de una evolución en el material ha sido repetidamente planteada por diferentes autores: M. T ARRA·
DELL: La cultura del Bronce Valenciano, nuevo ensayo de aproximación. Papeles del Laborak)rio de Arqueologltz de lillen·
ciD, 6, Valencia, 1969, págs. 7-30; O. Alm!ADA: La panorámica proto-histórica peninsular y el estado actual de su conoci·
miento en el levante se~ntrional (Castellón de la Plana). CUJJJJemos de Prehistoria y Arqueologltz Caslellonenses, n.o 3,
Castcllón, 1976, págs. 173-194¡ A. GoNzALEZ PRATS: Los nuevos asentamientos del final de la Edad el Bronce: prob)emáti·
ca cultural y crono!9gica. Arqueologfa en el Pafs Valenciano: panorama y perspeCJivtlS, Alicante, 1985, págs. 153·184; GlL·
MASCAREU.: Op. cit. nota 62, págs. 141-152.
(68) A. M. BARRACHINA: El Pie deis Corbs, Sagunt. Mem.ories Argueologlques a la Comunitllt Valenciana 1984·85,
~l~neia, 1.98B, pág. 226; In.: Breve avaoce sob¡-e el estudio del poblado del Pie deis CorO$. Homenatge a Chabret
1888-1988, Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura. Educació i Cioocia, Val~ncia, 1989, págs. 31-42.
(69) BsTEVÉ GALVEZ: Op. cit. nota 62.
(70) GlL·MASCARELL: Op. cit. nota 61.
-79-
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34
E. RIPOLLÉS ADELANTADO
había desarrollado durante el Bronce Valenciano, que se manifestará no sólo en el cambio de ubicación, con un desplazamiento hacia las laderas de antiguos poblados oel Bronce Pleno, .sino tambi~il
en elementos nuevos ql}e permiten diferenciar oon clatidatl la coltuta mate-rial de esta etapa. &tos
cambios llevarán a partir del s. vm a.C. a la aparición de asentamientos de nueva planta que re.flejan nuevas concepciones socio-culturales y que serán los que, tras entrar en contacto can. elementos
9Qloniales, constituyan el pexQ de unión con la cultura ibérica,
En este punto habría que mencionar el tema, repetidamente planteado desde los 'Primeros trabajos, dé las Qérduraciones del Bronce Valenciano hasta época i15érica. En la actualidad, tal como
ya se ha apuota4o, resulta difícil mant~n~r la existencia de perduraciones absolutas del Bronce Valenciano.
En base ta.nw a rtGientes publiCllciones (71) como a la revisión de materiales de aptiguas excavaciones, creemos que se observa una cl~ra linea evolutiva, gue falta cc:mcretar a nivel tipológico,
y que cubrirla el espacio temporal que en ausencia de elementos claros se explicaba haciendo perdurar el Bronce Valenciano hasta época ibérica. Los elementos que eXistían para valo(ar estas perduraciones eran las superposiciones <}e niv~les ibéricos sobre otros de la Edad del Bronce, considerados
sin distinción. Respecto a esto, señalaremos que es difícil encontrar superposiciones de niveles del
BrOnce (Atiti~uo-Médio) 'Y niveles .ibéri~. 'Gériet.almehte o 'bieñ báY unª ocupación durante un
momento avanzado de la 'Edad del Bronce sobre la que se superpone sin solución de continuidad
un nível ibérico (Pleno), caso del Punta1 deis Llops (Olocau) o de Jos materiales de la vertiente
SW de ~nt Miquel (Lllria) (72), o bien o.os encontramos con yacixpj~ntos ocupados ¡50r primera
vez durante el Bronce Final (Bronce Final 11) en los que se observa-la evolución,. tras una fase de
.influencias coloniales, al Ibérico Antiguo, caso de Los Villares (Caudéte de las Fuentes) ó Vina.r~
gell (Borrianá), así éoñlo de otros yacimientos no tan bien documentados y frecuentes sobre todo
en la provincia de Castellón.
En resume~ podrlamos hablar de una dualidad:
-PorÍllla parte una dinámica ocupacjortAI de asentantientos en altura, que se ha marttepido
como caracterfs'tica durante el -otonce Valenciano y que va a coincidir, que no conectar, con un
determinado tipo de ocupación que se desarrollará durante el Ibédco Pleno (73}.
~Por otra parte~ una ocupación claramente diferenciada {le la b~bitual durante ~1 Bron~ Valenciano gue ~ ,ínicia a partir del 'S. vm a.C. y que en. este casQ sí conectará directamente con,
el Ibérico Antiguo.
Desde este punto de vista los yacimientos del Bronce Final I, es decir aquellos con niveles
característiéos ctel 'Sronce Valenciano qué recibirán en un motnento de su eXÍStencia influjos de.
los C.U. del Bronce, representariatll el tránsito, el punto de< inflexión entre dos concepciones socioeconómicas diferentes. De hecho veremos cómo estos yacimientos no se vllelven a ocupar en época
ib~rica.
(7J) C. MAv. Pt.~o: Los Villtues (Caudete de las FuenteS, ValenCia). Origen y evoluaián de. fll c~ltura ib.ér/Cq. Servicio de Jp~tigación .Prebistóri<:a, S~rie de' Jrabajo.s Vatios, n.o 88, Valey¡~il\, 1991.
(72) M. Gu.;M~R,EL!.: Algunos ma:~riales pnihistóricos del cecrq 'de San ~iguel d~ Llída. 4rchivo de Prehistoria
Lellantina, XVI, Valencia, 1981, págs. 361·371.
(13) MATA PARRE'IO: Op. cit. 'IlOta '71.
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2
Lám. l. 1: Les Raboses, vista desde el sur. 2:
Vi~ta
de los yacimientos del entorno del 8arranc de Segart desde Les Raboses.
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1
2
Lám. 11. -1: 0 '-30, zona interior del muro con posible enlosado. 2: 0 '-33, corte oeste.
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ARCEIIVO DB PREH1S10JUA LEVANTiNA
~l XXI (Valencia, 1994)
Eva RIPOLLÉS ADELANTADO*
LES RABOSES (ALBALAT DELS TARONGERS):
UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE EN EL '.BAIX PALÁNCIA
INTRODUCCIÓN
Los resultados obtenidos hasta el momento en las campañas de excavación realizadas en
el yacimiento arqueológico de Les Raboses (Albalat deis Throngers), permiten comenzar a intuir
las caracteristicas generales de un asentamiento de la Edad del Bronce que se ubica en un
entorno (Baix Palancia) donde se conoce una importante densidad de poblamiento para este
momento.
Consideramos que en el estado actual de la investigación es difícil plantear ~ forma aislada
el estudio de cada asentamiento, ya que su eXistencia estará condicionada directa o indirectamente
(1) por la presencia de otros núcleos de población en su entorno inmediato. Por tanto nos proponemos ~o. este trabajo definir, en primer .lugar, las caracteristicas del poblado de les Raboses en base
a las tres campaiias de excavación realizadas; relacionar posteriormente estos resultados con la información de que disponemos soJ>re los poblados de la Edad del Bronce del Baix Palancia; y por
último entrar en la problemática cronológica que en base a los datos actuales plantea el poblamiento de la zona.
ANTECEDENTES
El yacimiento arqueológico de les Raboses se da a conocer gracias a los trabajos de prospec.
ción que en el término de Albalat deis Tarongers realizara D. Andrés Monzó Nogués, quien a mediados de los afios 40 publicó vatios articulas en los que se presentaban un considerable número
• Servicio de Investigación Prehistórica. Diputación Provincial. Cl Corona, 36. Valencia 46003.
(1) Al decir directamente, nos n:!erimos a una ubicación racional de los asentamientos en base a una planificación
previa; mientras que el ttrminojndirectameote lo entenderíamos como un modelo progresivo en el que la ubicación inicial
de unos emplazamientos condicionaría lá existencia de otros posteriores.
- 47 -
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2
E. RlPOLLÉS ADELANTADO
Fig. 1.- Baix Pallnda: localizadón de los yacimientos c:ru.dQII eo el texto.
de yacimientos de la Edad del Bronce entre los gne se incluía la Muntanya de Les Rabóses (2)
(fig. 1; lám. l, 1).
Posteriormente diferentes autores .se han ocupado del yacimiento (3), a través del estudio de
algunos de los materiales que el propio D. Andtés Monzó Nogués donase al S.I.P. de Valencia {
4),
o mediante una aproximación al poblamiento prehistórico de la zona (5).
Por nuestra parte el inicio de los trabajos en el yacimiento se debió a unas prospecciones que
emprendimos en 1987 con objeto de revisar todos los poblados de la Edad del Bronce de los que
se tenia noticia en la zona del Baix Palancia. Como resultado de estas prospecciones se tramitó
(2) A. MoNzó Noout!s: NotaS' Arqueológico Prehistóricas del Agro Saguntino. Anales del Centro de Culturo Valencia·
na, XIV, Valencia, 1946, pág,. 29-SO_. 58-81, 139·156. Jo.: De Arqueologla. Anales del Centro de Cultura Valenciana. XV,
Valencia, 1947, págs.129-13l.
(3) D. F't..ETclmR VAU.S: Les Raboscs {!\lbaht deis llirongerx). Noticiario Arqueológico Hispano, ill-IV, Madrid,
19S4-5S, 1956, pág. 252.
(4) E. LU>BREOAT CoNF.SA: La colección Andres Monzó Nog\lés (materiales para el estudio del poblamiento antiguo
de la provincia de Valencia). Archivo de PrehistoTÜI ~vantina, XID, Valencia, 1972, págs.. 60-62. J. APARICio PtaP.z: Ma·
teriales in6ditos de la Muntanya deJes Raboses (Alhalat deis Taroogerx). Ar.se_. 19, Sagunto, 1984, págs. 419-427.
(S) R. ENOUJX AlEMJ..NY y 'B. MAKrt OLIVER: El poblamiento Prehistórico del Bajo Palancia. Saguntum (P.L.A.l1.},
12, Valencia, 1977, pags. 21-22.
- 48 -
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LFS RABOSES: UN YACQ.UBNTO DE LA EDAD DEL BRONCE
3
un peTmiso de excavación de urgencia para el yacimiento (6),,dado que en la visita que realizamos
al mismo pudimos observar que estaba afectado ae forma importante lJQX las actuaciones de excavadores clande~tinós qúedan(lo al descubierto vatios cortes de potencia considerable en los que se
apreciaban diferentes niveles.
Una vez realizada esta campafta de urgencia, y vistos los resultados, se planteó llevar a cabo
trabajos de excavación en el yacimiento de forma continuada. Asf presentamos en 1989 un proyecto
de excavación gue preveia una primera actuación de dos anos en el yacimiento, y cuyos resultados
resumimos más adelante.
ENTORNO FÍSICO Y SITIJACIÓN DEL YACIMIENTO
El Camp de Morvedre o Baix Pah\ncia, COJDarca en la que se inscribe el yacimiento de ~
Raboses, se divide en tres subcomarcas que tradicionalmente vienen denominándose: La Baronia
(Algar,, Alfara, Alglmia, 'Ibrres.:rorres, Beselga), Les Valls (Faura, Qu:art, Quartell, ..Benifairó y Benavites), y el Camp de Morvedre (Sagunt, Estivella, Albalat, Segart, Gilet y Petrés). Esta únidad que
responde tantQ a cuestiones administrativas oomQ culturales, quedará e-n ci~rta medida desdibujada
por unas características ilSicas que la unifican con el resto de la cuenca (las relaciones de estos
pueblos con Segorbe siguen siendo inteTISas ya que los imperativos géOgráficos siguen actuando),
no en vano ta cuenca del Palancia supone un eje de comunicación histórico entre la costa y las
tierras del interior.
Como rasgo fundamental de la comarca, desde el punto de vista geomorfológico, se podrfa
aducir el de su plena pertenencia al dominio estructural y sedimentario del Sistema Ibérico (rasgo
común a las tierras valencianas comprendidas entre Jos ríos Túria y Millarsl~ Jo que va a determinar
en g¡an medida la morfologla y el paisaje d.e la zona.
El paisaje se caracteriza por un relieve abrupto, con pocas concesiones a los llanos, cercano
a la costa, con alturas que no sobrepasan los 600 m s.n.m. Se trata de un dominio de montaña
media que pasa con breves piedemontes a fin dominio de reducidas llanuras litorales.
Dentro de la comarca se pueden distinguir tres grandes unidades de relieve {7):
-Piedemontes y llanuras Litorales: franja costera que enlaza unidades de relieve interior con
el mar, formada por amplios abanicos aluviales~ marismas, piedemontes de tU>o coluvial y glacis.
-Valle del .Río Palancia: se da un desarrollo de elementos topográficos de pendientes bajas
o moderadas (glacis, piedemontes coluviales, abanicos, terrazas fluviales, superficies de erosión) a
favor del roquedo blando que domina en gran parte del área. Estos elemeutos se Mtremezclan con
vertientes de pendiente moderada o alta, dando lugar a un relieve muy variado. los límites con
las unidades norte y sur (S. d'EspadA, S. Javalambre-Calderona) son difusos. El limite hacia el interior está determinado por el escalón topográfico y a la vez umbral paiSajístico de El Ragudo (fuera
ya de los limites de la comarca). S~ géneSis y litología, al igual que en el caso anterior, hacen referencia esencialmente al Cuaternátio.
(6) Los permisO$ concedidos por la Conselleria de Cultura, 'Educació i Ci~ncia de la Gene.ralitat Válenciana, se tramitaron a tta~ del Departamento de Prehistoria y Arquéología deJa Universidad de Valencia.
(7) A. PéRV. CUEVA: (Jeomorjologfa del sector ibérico valenciano entre los rlos MüilréS y 7/Jr/4. Departamento de
Oeografia de lá Universidad de Valencia, Valencia, 198_8.
1NS11TIJO GooLOG!co Y MINiiRO De EsPA~A: Mapa Oeológieo de Espafta, hoja 668-S.agunto, E 1:50.000, Madrid,
1974.
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4
E. R.lPOLL~ ADELANTADO
-Serra Calderona: montafía mediterránea de grado medio. Forma junto con la Sierra de Javatambre una unidad, que hacia la costa se va estrechando progresivamente hasta su desaparición
entre Sagunt y Pu~l. Llega basta el mar manteniendo elevadas alturas máximas, para desaparecer
bruscamente merced a potentes escalones tectónicos de fuerte desnivel. Junto a la Serra d'Espad!
presenta las mayores extensiones del "frías aflorante en toda el área, con un predominio de los materiales pertenecientes al Buntsandstein y al Muschelkalk, sjendo la estratigrafía del sector de materiales triásicos gtosso modo concordante y con buzamiento hacia el valle del rio Palancia.
El río Palancia, verdadero eje estructural de la zona, observa una orientación claramente ibérica, aprovechando una cuenca miocena. Presenta un curso de régimen pluviaJ mediterráneo, sjendo
sus módulos absolutos bajos y los es~ifiCQ$ muestran grandes oscilaciones entre los meses de es-tiaje y los restantes. las variaciones interanuales son asimismo importantes, de modo que los meses
de «aguas altas» pueden en determinados anos secos registrar módulos' muy bajos.
la red hidrográfica está constitui~ pQ.r todo un conjunto de arterias fluviales poco importantes gue descienden del sector oriental de la S. Cálderona, y que presentan un régimen hidrico espasmódico. Estas arterias o afluentes adoptan una forma de espiga, especialmente visible en la margen
derecha, que ,hace s11poner tlna evolución por capturas de la red de afluentes del Palancia,, ya que
no hay causa estructural que lo justifique.
CLIMA'I'OLOGIA Y VEGETACIÓN (8)
En términos generales, la vegetación es desde finales del Atlántico muy paredda a la actual
y no experimenta grandes cambios, si no es debido a una cada vez mayor presión del hombre· que
se registra en una disminución de los po~ntajes arbóreos con el consiguiente aumento de las herbáceas. El clima parece evolucionar hacia condiciones ligeramente menos cálidas y más secas. Durante el Subatlántico (800 B.C. a la actualidad) vueJve un ambiente algo más húmedo.
En un sondeo realizado en la zona de L'Estany d' Almenara, muy próxittla a nuestra área
de estudio, se detectó en su fase b entre los árboles un predominio de Quercus sobre Pinus,
siendo Q suber e) mejor representado, lo que podría indicar un aumento de la humedad durante
esta fase (Subboreal). La fase e (Subatlántico) se caracteriza por la progresiva preponderancia
de las herbáceas sobre los árboles, se aprecia 1a accjón antrópica con importante aumento de
las gramlneas del tipo Cerealia olea gue muestra fuertes aumentos mientras que Quercus t.
Uex-aoccifera es el único que maptiene sus porcentajes 'basta el final del diagrama. En general
parece que .la humedad fue mayor que en la actualidad durante el Subboreal. Entre aproximadamente el 5.300 B.P. y el periodo greco-romano· las asociaciones de montana meóia me
más extensa que hoy (9).
la climatologla actual corresponde al tipo mediterráneo marftimo, donde invierno y verano
se distinguen de las tierras del interior por no presentar extremosidades en las temperaturas, con
medias anuales entre 12-18 °C, si bien presenta un otofio y primavera inestables y con lluvias, oscilando las precipitaciones me
Prehistórica, Serie de 'Dabajos Varios, 0.0 84"' Valencia, 1988, pigs. 118·146".
(9) J. PARRA: Análisis pollnico del sondaje CA.L. 81-1 (Casablanca-Almenara, prov. Caslellón). Actas del /V Simposio
de l'tllinologia Española, Barcelona, 19'82, págs. 433445.
-50-
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LES RABOSES: UN YA_CJMJENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
5
las características orográficas dan lugar a microcli$llas diferenciados, aumentando las precipitaciones en las laderas expuestas a los vientos cargados de humedad. Asl,los valores pluviométrícos
son más elevados en Ja zona de mop.taña (Sant Esperit, Segart...) que en el llano.
Estrechamente relacionada con las características litológicas, topográficas y climatológicas está
la génesis edáfica, siendo estos aspectos los qu.e determinan en buena parte las características físicomecánicas y químicas del suelo (10). En la zona existen tres clases de suelo:
- Entisoles de tipo fluvents-xerofluvents (franja litoral, suelos aluviales). En los entisoles formados por abundante material de acumqlación es posible el cultivo, aunque generalmente tiene
poca fertilidad.
-Alfisoles de tipo palexeralfs y haploxeralfs (en ambas riberas del Palancia en contacto con
los suelos aluviales). Son suelos tlpícamente forestales, propios de topografías llanas u onduladas.
-loceptisoles de tipo xerochrepts (en el resto de la hoja). Son suelos embrionarios cuyos horizontes de alteración~ no de acumulación~ se forman rápidamente. Suelen presentar capas duras,
y frecuentemente presentan reacción ácida y baja fertilidad.
Serán las zonas de llanura litoral y depresiones con posibilidades de riego y suelos de tipo haploxeralfs y xerofluvents los más adecuados para el cultivo.
Dadas estas caracterfsticas, los cultivos que tradicionalmente se han desarrollado en la zona
son muy variados: cereales para grano de invierno (trigo, cebada, avena, etc.), leguminosas para
grano üudfas, habas), cultivos forrajeros, frutales de pepita o hueso y de frl.lto seco, vid, olivo, etc.
(1 1).
En la actualidad la 'Vegetación está bastante deteriorada, con un paisaje en el que predominan
los cultivos de regadío, fundamentalmente en ias terrazas inmediatas al Paiancia (01-Tl), y los cultivos de secano, en Ja mayor parte abandonados, instalados en los glacis que se extienden entre los
relieves montaftosos y las terrazas de regadío, así como también en vertientes aterrazadas. En Se·
gart, hasta hace poco tiempo, los terrenos se dedican fundamentalmente a cultivo de vifiedo y frutales de secano, aunque también se cultivaba trigo, maíz, así como legumbres y verduras junto a
las fuentes.
La vegetación autóctona se reduce a pino carrasco (Pinus halepensis) re}e~dos a las partes elevadas y vertienteS poco accesibles, algunos pinos rodenos (Pinus pinaster) en terrenos silíceos, asi como
algún reducto de encinas (Quercus ilex) muy concretos (Beselga y algún ejemplar aislado en las vertientes del GarbO en asociación todo ello a matorral de garriga: lentisco (Pistacia lentiscus), coscoja
{Quercus coccifera), y en menor medida, acebpcbe (Olea europa~a), algarrobo silvestre (Ceratonia
silicua), rom~ro (Ro~marinus oflcinalis), espliego (l..avandula vera), y en suelos sil[ceos el cantueso
(l..avaniiula stoechas) y algunos tipos de jara (Citus). Esta vegetación de garrjga ha sido atacada incesantemente quedando degradada en muchos lugares, y siendo sustituida por: J tomillo (Thymus vule
garis), la aulaga (Genista scorpius), el esparto {Stipa tenacissima), y eJ palmito (Chamaeros humilis).
Esta degeneración del paisaje parece que comienza en el siglo xvm (12), momento en que empiezan
a roturarse terrenos para el cultivo de secano deforma importante, aunque todavía en el s. XIX algunos pueblos de la zona como Gilet o Algar vivían de la producción de carbón vegetal.
(lO) J. F. TERREROS C!!BAU.OS: 'ltmas de Edafologia. Librer!a Central, Zaragoza, 1985.
(11) MINlSTBRIO Dll AGJUC\Jl.TURA: Mapa do Cultivos y Aprovechamientos, hoja Sagunto (Valencia), E 1:50.000, Ma·
drid, 1981.
(12) A. J. CAVANILLES: ObSI!rvaélones sobre la histoTÍJJ ñatural, geograjTil, agricultura, población y frutos del Reino de
Valencia. Dos vplúmenes. n• edición. C.S.I:.C. Instituto Elcano. Clásicos de Geografla n.9J., 11.• general 14, Zaragoza,
1958.
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E. RIPOLL~ ADELANTADO
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.t. Yoclmlellb
cW ...,._
• fuente~
.... ~-- la~
•• ·-····.~ natura...
~Campo visual ......
Flg. 2.- Yadmlentos del Bronce pnúimos a Les Rabosea y su nlad6n coa puoe naturales.
SITUACIÓN DEL YACIMIEN10
Dentro del término municipal de Albalat deJs 'Throngers, localizado en las coordeQadas 39°
41' 22" lat. N, 0° 20' 25" long. W (13), se encuentra Ja Muntanya de les Raboses, lugar en que
se ubica el yacimiento del mismo nombre (lám. 1, 1).
El entorno del yacimiento es montaJioso, delimitado por dos alineaciones importantes en la
zona= el macizo del Garb1 al oeste y Jos montes de Sant Esperit al este. El yacimiento se encuentra
03) lNmtvro GEOORÁI'ICO-v CA1:AsTRAL: Hoja 668-Sa¡unto, B 1:50.000, Madrid, 1945.
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52 -
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LFS RABOS&S: UN YACIMlENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
7
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8
E. RIPOLLÉS ADELANTADO
en la margen derecha del Barranc de Segart, el cual rodea su vertiente oeste poco antes de desembocar en el Pal!ncia.
El Barranc de Segart~ que arranca de la vertiente oriental de la Calderona, es de escasa entidad
(en tomo a 5'5 km), y responde a una circulación bídrica de carácter espasmódiCQ, al igual que
el resto de los del entorno_, con fuertes arrastreS en los momentos de lluvias dada su alta densidad
de drenaje (14). La mayor parte del tiempo es un cauce seco relleno de materiales detríticos (de
tipo aluvial-coluvial, Holocenos).
Existen numerosas fuentes que nacen en el entorno del barranco y en zonas próximas: Font
de la Murta (la más próxima al yacimiento), Font del Barranc de Segart, Font de Sant Esperit,
Font del Pi (Gilet), Font de l'Omet (Estivella) etc. Estas fuentes han servido en otros mom.eotos,
e incluso actualmente, para el riego de pequeñas huertas situadas en sus proximidades (en la vertiente sur de Les Raboses, en la parte baja, existe actualmente un huerto de cltricos regados gracias
a una retención de aguas de arrastre}.
La configuración de la Muntanya de les Raboses responde al típico paisaje en cuesta que se
desarrolla en el entorno .inmediato. Está constii.Uida litOiógicarnente por materiales calizos del piso
intermedio del 'frias (Muschelkalk), a pesar de que tos materiales dominantes que afloran en la
mayor parte de los alrededores son los del piso inferior (Buntsandstein), areniscas rojas tan caracte_
rlsticas de las elevaciones más importantes de la zona (Garbl, Sant Esperit, Picaio). Presenta eJ;t
la ladera sur un cortado rocoso de dificil acceso, observá1;1dose en este sector el piso superior del
Euntsandstein (arcillas abigarradas verde-ocre en forma de bancos pizarreños compactos de no mucha potencia), que se encuentra inmediatamente por debajo de las calizas de superficie. EstO e~plica
Ja característica morfologla de estas cimas, con una de las vertientes cortada a pico pasando en
brusca ruptura de pendiente a las arcillas subyacentes (ladera sur-este), mientras que la vertiente
opuesta presenta una inflexión suave o lomo redondeado en dirección al rio (ladera norte y oeste).
La morfologfa de la cima es más o menos alargada, con el punto más elevado en la zona ~
aflorando en superficie a lo largo del límite Sur del yacimiento la roca caliza.
Actualmente las laderas presentan abancalamientos para el cultivo de olivos que se encuentran
ya abandonados, y que en parte se sune¡popen a estructuras de aterrazamientos del momento de
ocupación del poblado.
- La ubicación del yacimiento debe estar en función del Barranc de Segart, paso natural para
salvar el obstáculo que la Se.rra Calderona supone entre el valle del Túria y el valle del Palancia,
via de comunicación natural esta última que conducirá a las tierras turolenses.
Para atravesar la.sierra existen numerosos pasos, aunque todos parten del llamado «Pas d'Aleala», que desde Valencia alcanza la zona de Segorbe por Monteada, Naquera, Serra y Torres:.Ibrres.
Este es el camino más corto entre Valencia y Segorbe, si bien el camino de la costa pasando por
Sagunt hasta alcanzar el Pah\ncia es bastante más cómodo. Del Pas d'Alcata se desgajan varios,
aunque el _ ahora nos interesa señalar es el que utiliza el Barranc de Segart para salir hasta
que
la cuenca del Palancia. Nos referimos al denominado «Pas de Comediana>>, que desde Museros1
Massamagrell y RafelblPlyol, toma el Barranc del Cabe9 Bort, Barraoc de Comediana (pasa en~
el Pie de !'Águila y sur de La Mola), Font del Campaner y Barranc de Segart siguiendo su curso
hasta llegar al Palllncia. Próximos a este recorrido se encuentran varios yacimientos de la Edad
del Bronce, lo que tal vez esté indicando la efectividad de esta V]a durante la prehistoria (15) (fig. 2).
(14) A
esto contribuye el factor
litológico~
areniscas IJ)jas en su mayorla pertenecientes al Buotsandstein.
(15) E. LwCH ARNAL: Los ptiSQs TUJtultÚes de la sierra de Náquera (o Calderona). Copia mecanografiada de su original
in&lito, biblioteca del Servicio de Investigación Prehistórica de Valencia.
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LES RABOSES: UN YACIMIEN10 DE LA EDAD DEL BRONCE
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Fig. 4.- 1: X:-26, corte este. 2: A-8, corte este.
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E. RIPOLLÉS ADELANTADO
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Flg. S.- Corte del extremo oeste del monte.
RESULTADOS DE LAS CAMPAÑAS: 1987, 1989
y
1991
Los trabajos de excavación ord~aria se estructuraron en función de una cuadriculación general del yacimiento en unidades de 2X2 m. Para realizar esta cuadriculación se estableció un eje
básico que.., teniendo su origen en el extremo este del monte, lo recorrla longitudinalmente hasta
el extremo oeste (eje E/W aproXimadamente). Cada cuadrlcula,se denominó con una letra mayúscu~
la (eje NLS) y un número (eje EIW) (fig. 3).
CAMP~A
1987
Durante la excavación de urgencia que realizamos en 1987, cuyo objetivo era comprobar la
estratigrafía que se observaba en los cortes rea.lizados por los excavadores clandestinos, centramos
los tnibajos en el área oriental de la plataforma superior (catas A-5, A-8 y B-10), ya que era esta
la zona más afectada.
A grandes rasgos, pudimos comprobar la existencia de una serie ae estructuras constructivas
y de dos niveles diferentes (fig. 4, 2). Al nivel superior (E. It ll, Ill) van asociadas las estru.ctu.ras
localizadas: dos muros en las catas A-8 y B-10, que al parecer, por la estratigrafía de ambas
zonas, debieron de formar parte de un mismo espacio. El muro documentado en A-8 corría paralelo a la cresta rocosa que recorre en sentido E-W la parte superior del yacimiento, mientras que
el de la cata B-10 se dísponfa perpendicular al anterior y por la dirección que tomaba se uniría
a aquél.
Estos muros se asientan sob(C la roca_, y presentan una técnica constructiva en la que se crea
una hilada exterior bien definida a base de bloques grandes que se combinan con otros de menor
tai);laño unidos con tierra, mientras que el interior se rellena irregularmente con bloques no seleccionados y tierra, adaptándose a las imgwaridades d~ la roca 'f apoyándose a la vez en ella, por le
que no presentan cara interna.
En algunos puntos la cara del muro s.e cubre con losas planas colocadas verticalmente, por
lo general en las zonas donde no hay bloques grandes y regulares.
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LES RABOSES: UN YACIMiENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
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Fig.. 6.- Zona excavada en la campaña de 1991: maro soperio~.
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FJg. 1.- J>', e•.33, corte oeste.
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.E. RlPOLLÉS ADELANTADO
TIPOlOGlA EN LA UBICACION DE YACIMIENTOS
1.0mbra y laderas de relieve en cuesta
2. Espolón de relieve en cuesta
y laderos de Wl cerro
4 . Loma en unión a cima mayor
3 .Ombre
s . Cresta central
6 .Cntsta
7- L.oma
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Fig. 8.- Tipología en la ubic:adón de yacimientos.
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Por debajo del estrato gue suponemos actuaria como piso o base de esta estructura (E.
se localizaba otro nivel (E. IV, V, VI) de IIUltriz muy fina, sin apenas fracción gruesa, de colo.r
grjs y con abWldante material fragmentado que rellet,taba las irregularidade$ de los bloques de roéá.
En el extremo oeste del yacimiento abdmos también una cata (X-26) para comprobar la estrati·
grafía de esta zona (fi~. 4, 1). Aqni aparecieron una serie de estructuras asociadas a un piso (E.
I, II): resaltes de arcilla con entrante semicircular y losa en la base que debe corresponder a la
impronta Y apoyo de Wl poste, y varias estructuras circulares de piedra. Por las características que
presentaba la zona. excavada, pa,recía tratarse del intedor de una estructura de habitación.
En Wl sondeo que se realizó en el cuadrante SIB de la cata, al ]evantar el piso apareció un
peque60 muro de tendencia circular construido con dos hileras de piedra, y asociado a él Wla im]>Or·
tan te cantidad de material (E. m). La base de este sondeo la constituia Wl nivel de color rojo inten·
so (E. IV) que identificamos, en aquel momento, con la base natural del monte.
CAMPARA 1989
El objetivo de esta campafia fue defunitar la e~tensi.ón total del yacimiento, por lo que los
trabajos se centraron en tres puntos diferentes del monte (fJg. 5):
- En la plataforma superior o primera tenaza se amplió la excavación de la zona oeste (catas
A-31, B-31, B'-'31, A'-30 y 8'·30) con el fm de localizar los limites de la estructura de habitación
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LES RABOSES: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
13
aparecida en la campaña anterior. Sin embargo sólo fue posible documentar la continuidad del piso
en algunos puntos Oos más próximos a la zona excavada en 1987), sin que pudiesen constatarse
los limites de la habitación. A pesar de ello, ta estratigrafla presentaba unas caracteristicas similares
a las de la campaña de 1987, observándose en esta ocasión cómo por debajo del nivel rojo de base
se situaba un estrato gris muy fino.
En una cota algo inferior se abrieron también dos catas (A-31, B-31) en las que sólo aparecieron
gran cantidad de bloques que a pesar de presentar cierta irregularidad en su disposición no conformaban con claridad ninguna estructura.
-En la segunda terraza se abrieron dos catas con el fin de comprobar si la zona también
estuvo ocupada (D-31, B-31). Se localizó un muro de grosor considerable (150 cm), con una cara
norte bien delimitada con hiladas realizadas a.base de bloques de formas regulares de tamaño medio
y graXJ.de. mientras que la cara sur estaba ~o definida. El interior presentaba un relleno irregular
de tierra y piedras.
El muro se a{>oyaba directamente sobre. la roca., y estaba asociado en la zona norte a un piso
realizado a base de margas y losas de rodeno que cubría las irregularidades del terreno.
La estratigrafía aparecia diferenciada a ambos lados del muro, aunque no se observaron reestructuraciones del espacio o diferentes. ocupaciones.
- La tercera terraza se caracteriza por lá presencia de un saliente de forma aproximadamente
trapezoidal que llama la atención por presentar un paramento a base de grandes bloques, muy similares a los que constituyen la base de las actuales terrazas de cultivo. En esta zona se realizó un
sondeo en el que se comprobó que se trataba de una estructura maciza a base de bloques seleccionados (J-31, K-31, L31): una acumulación rápida de bloques de tamafio pequeño y medio en el interior
y grandes bloques en posición más o menos horizontal en superficie.
Una vez documentada la existencia de estructuras constructivas en las diferentes terrazas del
yacimiento, se intentó una aproximación a la organización del espacio interno del mismo. Los trabajos se centraron en el extremo oeste de la _plataforma superior (C'-33, C'-32 1 C'-31, C'-30, D'-33,
D'-32, D'-31, D'-30)1 zona donde y~ se habían excavado restos que inteQ>,retamos como pertenecientes a un A~a de habitación .
Se localizó un muro que presentaba una an;rplitud máxima de 200 cm, y que partiendo de Jo~
afloramientos de roca del cortado {limite sur del monte) se dirigia hacia el centro del yacimiento
con un~ delineación irregular y marcados retranqueos (fig. 6).
La estratigraíia aparecjda a uno y otrQ lado del muro es claramente diferente. Al 'Sur del
muro el espacio excavado pone de manifiesto la existencia de un Area de habitación (mateñal
in situ, molino, piso de losas y marga), cocrespondiente a una Unica ocupación que se apoya
directamente sobre la roca (lám. II, 1). En la zona norte se observa la utilización del espacio
en diferentes momentos. Un nivel de relleno intencionado de color rojizo intenso con un desarrollo irregular (mAs o menos potente y con más o menos fracción gruesa según zonas) los separaba
de forma nltida (B. llb). Por debajo de él se localiza un nivel gris de matriz OlUY fina sin
fracción gruesa (E. III), y con abundante material fragmentado, tanto cerámico como óseo (fig. 7;
lám. Il, 2).
Es en esta zona, por la mayor extensión excavada, donde podemos intentar una interpretación
funcional del espacio. El muro localizado en la última campaña y que corresponderla al momento
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B. RIPOJ:.W ADELANTADO
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Afloramientos Jurósicos: calizas
con nbdulos de silex
Afloramientos Pa~cos:Pizarras
Afloramientos de cobre
Fi¡. 9.- Zona de aprovisioaamiento de materias primas.
más antiguo de la construcción en el yacimiento, actuaria como aterrazam.iento, contención o estructuración del espacio más elevado de1 monte en donde se ubicarlan una serie de estructuras
de habitación. Al norte este muro crearía una zona de paso o articulación del espacio qu~ supuestamente, quedarfa limitada a un nivel inferior por otro muro de similares características, tal vez el
localizado en la segunda terraza. En un momento posterior se rellena parcialmente sólo la parte
norte del muro reot:iliztndolo en algunas zonas y creando una serie de estructuras de habitación
que probablemente modificarían la funcionalidad del espacio respecto al momento anterior.
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CES RABOSES: UN YACIMIEN'ro DE LA EDAD DEL BRONCE
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pcm.
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E. RIPóLLÉS ADELANTADO
CONCLUSIONES
Como resultado de los trabajos llevados a cabo hasta el momento en les Raboses, con una extensión excavada de 90m2, podríamos hablar provisionalmente y en espera de nuevo& resultados, de;.
un yacimiento de dimensiones considerables en relación a otros del entorno próximo (2.500 m2
aproximadamente), en el que se modificó el espacio disponible mediante estructuras constructivas
que debieron suponer un esfuerzo colectivo importante. Siguiendo a Chapman (16), por las dimensiones del yacimiento, podda haber estado ocupado por unas 7 5 personas; si bien la falta de excavaciones en extensión que confirmen el número de estructuras de habitación, así como la dinámica de
ocupación de las diferentes zonas del yacimiento, hace poco consistente este cálculo.
Haciendo un intento de reconstrucción de la estructuración general del yacimiento a partir
de los restos documentales hasta el momento, podríamos inte!J?fetat que la superficie del monte
debió de acondicionarse en base.a cuatro muros de aterrazamiento aproximadamente paralelos que
se adantaron a las curvas de nivel (dos documentados en excavación, uno visible en superficie y
otro que, por la pendiente existente en la zona oeste, suponemos debe existir entre los dos aparecidos en excavación). Estos muros de amplitud considerable, crearían espacios utilizados para la construcción de habitaciones y zonas de paso o acceso.
Con cierta seguridad podemos plantear que la plataforma superior del yacimiento, donde actualmente aflora la roca, debió de estar ocupada por una serie de estructuras de habitación que,
al menos en el extremo oeste, se apoyan o utilizan como pared la cara interna del primero de Jos
muros de aterrazamiento, mientras que la cara externa de este QlUfO Stctuaría como límite de una
zona de paso.
De las características, forma, ~año y orientación de las supuestas habitaciones de esta zona
superior, no podemos decir gran cosa ya que no ha sido wsible localizar los limites de ninguna
de ellas, aunque es lógico pensar, por lo que se observa en otros yacimientos excavados (17), en
una disposición perpendicular al muro de Umite o aterrazamiento, extremo que habrá de confirmarse en próximas campañas.
Respecto a la funcionalidad de la segunda terraza es dificil definirse por el momento, dada
la reducida extensión excavada.
la zona más baja del yacimiento ya hemos dicho que quedaria constituida por una estructura
maciza de planta aproximadamente trapezoidal que arranca de la últíma línea de aterrazamiento..
y que p<>r el momento pensamos que debió de tener una función de control o defensa.
En cuanto a los materiales de construcción utilizados podemos señalar:
-Utilización de bloques de caliza} procedentes de la misma cima del cerro, como parte básica
de los muros (grandes bloques seleccionados con una cara regular para la parte externa del muro
y bloques irregulares de menor tamaño para el relleno interno).
-Losas de rodeno, subidas de la parte baja del monte, pata el recubrimiento de muros, bases
de postes y nivelación de pisos.
-Tierra como parte integrante y tle unión de los muros.
- Margas o arcillas, obtenidas del cortado que presenta el cerro en la vertiente SIE (piso intermedio del 'Días), para el revoque de muros y construcción de techumbres o parte superior de las
paredes.
(16) R. CHAPMAN: La forf1111ción de las ~}eáades complejas. Ed. Critica, .Barcelona, 1991. (Recoge los cálculos d_
e
Ren1n:.w para Ja zona del Egeo.)
(17) B. MAR1:1: La Mllntanya Asso1ada (AJzira, Valencia). Lucentum, 1, Alicante, 1983, pá¡s. 43·67.
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LES RABOSES: UN YAClMIENTO DB LA EDAD DEL BRONCE
1
2
3
Flg. 11.- 1: Ptuyes BJ.anqoes, depósito Ceatro Arqueológjco Saguntino. 2: La Murt:a, dep6sito C-A.S. 3:
Mootanya Marxac y PScaio U, prospeccl611 superfldal.
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ll.. RIPOLLÉS AD-eJ.ANTAOO
18
-Elementos· vegetales para la cubriclón de las viviendas (bloques de parro con improntas).
Los paralel~ que a grandes rasgos, dada la ·es-~a ~up_erfjcie e~cavada, .se pu_ede.n citar para
la organización del espacio y Uis estruJ:;tútáS localizadas hasta ·el momento en Les Rab.Qses $On nü~erosos, ya que las caracteristicas. gue se observan responden a las que actualmente evidencian
la mayoría de poblados de la Edad de1 Bronce y gue se manifie$tan en granoes estructuras éonstructivas que acondicionan y m.odifican de forma .importante el espacio ocupado (18).
Por citar algunos yacimientos que con§ideramos bastant~ vinculados al de les Raboses, en
el yacimiento del Puntál de Cambra (Villar del Arzobispo) (19) se observan también una serie de
estructuras que los excavadores denominan sin distinciones como departamentos, y que aparecen
distribuidas en tres niveles o terrazas. En la prim,e¡a de ellas, un muro de cierre que se adosa al
limite superjor del yacimientQ actúa como pared trasera de algunos ~. los departamentOs. Se mencjonan también una serie de estructura$ de defensa de las que nos interesa destacar la denomina9a
«E». Se .trata de una estructura cuadrangular de 4'5 m de la que p.arte un muro al que se asocian
otras peq,uel'las esqucturas circulares. Se sefiala que en el ·interior de esta construcción cúadfangular
sólo se localizó una serie de capas continuas de piedras. Esta estructura seria similar al ángulo
inferior localizadp en Les R.aboses, si bien ~n el Puntal de Cambra se ubica en la parte suJ?Crior
del yacimiento.
Estructuras macizas simila_ se citan en la. Mu.ntanyeta de Cábrera (Vedat de Totrent) (20)
tes
o Tottelló d!Ohda (Onda) (21).
'Thmbién en el Castillan~jo de los Moros (Andilla) se mencionan uila ~tie aé estructuras a diferente nivel, aunque no queda clara la existencia de verdaderos muros de aterrazamiei,íto.
En Pefia .la Dueña (feresa) (22} también S(} bª-bla de muros de contención que ni:velan la superficie. habitable, sefialando qúe éstos se construyen con grand~ bloques alargádqs unos a continua~
ción de otros con cara, en algún caso, a ambos lados del muro. Estas características recuerdan bastante a lOs muros de. aterrazamiento de Les Raboses.
De cua,lguier modo parece claro que las estructuras documentadas .h.asta elm.omento e.n les
Raboses están en la línea dé la in:¡,agen que los recientes trabajos de investigación dan de ~tos
yaci.miéntº.s, es decir, importantes oon-strucciones que suponen 'tln és.fuerzo colectivo considerable.
Sería el caso de La Liorna de Betxi (Paterna) (23), la Muntanya Assolaaa (Alz.ira) (24) o la Mola
d'Agres (Agres) {25).
(18) B. MARI't-y J. BER.NAB.EU: La Edad del Bronce en el Fllís Valenciano. En AragóniLitora/ Mediterráneo: intercam·
blos culturales durante la p~hls~ria. JlQ.menaje a Juan MalU.que:r de Motes,. ZMa&oza, 1'990, pigs. SF-355.
(19) r AtcAei!R. Guu: El Puntal de Canibí:a (Villar del Mobispó, Valencia). Arc'hivo de Preh4toriq .LzyantliUJ, V,
Vll!epc@. L9;4, ;págs. 65·84.
(20) D. FLE.lCHER y E. Pu: El pobkiJ!.o de la ptJad ·tlel Bronce de la 'Mantany.etli de Cabrera ~dat de Torrent). Ser vi·
cío dé Investigación Prebistóri.ca, Serie de Trabajos Varios, n.? 18, Valencia,l956.
(21) F. Gusr JENP.R: :Excavaciones' en el récinto : ortificado ael Torrelló d'Onda (Cast~lló'n), C.offgteso !Vtrcional de-.ttr~
f
queologfa,
Zaragoza, 1915. p~. 347.
(22) l Ar.cAm: Dgs esta~ion~ arprlcas en la región levantina. Archivo (/e Preh]storia Levantina, II. VaJ~.ttcia, 1945,
xnr,
págs, t5H63.
(23), M... J. DE PEDRO: i.a tloma .de Bexti ~ter~a): datos sQ.bre técnil:aS de construcción durante la Edad del Bronce.
Archivo de ~hlsto~ l.eyqntina, XX, Valencia, 19.90, págs. 327-346.
(14) MA\9'1: Op. r:;jt. nota 17.
(25) M. GIL-M~REU: El pob.ladó deJa Mola d'~. Qw !
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19
LES RABOSES: UN YACIMIENTO DB LA EDAD DEL BRONCE
L"AUlARDETA
MONT DE1S TEUERS
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LA MURTA
Ffg. 12.- Croquis de yacimientos de la zona del Baix PaiAnda.
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20
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E. lUPOLLÉS ADELANTADO
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El PARDALOT
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Fig. 13.- Croquis de yaciml. otos de la zona del Baix Pal&nda.
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Los materiales localizados son abundantes; hasta el momento tres pieza$ de metal (fragmento
de puñal de,remaches, punzón y cincel), hueso trabajado (botón prismático de perforación en. <
al hablar de la problemática cronológica (fig. 10).
LES RABOSES Y LOS YACIMIENTOS DEL ENIORNO
En la zona del Baix Palaocia hay escasas noticias de yacimientos que puedan relacionarse con
momentos anteriores a la Edad del B.ronce. Existen datos aislados sobre alguna cueva de posible
adscripción Eneolítica como la Cova deis Lladres (26) o del momento de transición EneoliticoBronce, caso de la Coveta del Picaio (27)..
(26) ENGUIX ALI!MANY y MARTI OtiVER: Op. cit. nota S, pág. 23.
(27) V. LERMA y J. BI!RIIfABEU: la coveta del Monte Picayo (Sagunt, Valentía). Archivo dé Prehistoria Levantina, 15,
Valencia, 1978, págs. 37-46.
-66 -
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LFS 'RABOSFS: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
21
Sin embargo en el Baix Palancia hay documentados una considerable cantidad de yacimientos
de la Edad del Bronce. Este contraste entre la abundancia de asentamientos del Bronce y la escasez
de poblamiento anterior debe estar en relación, al menos en parte, con su distinta ubicación, debieñdo suponer para el periodo precedente una ocupación fundamentalmente en llano que dificulta,
con respecto al poblamiento en altura mayoritario en la Edad del Bronce, una fácil localización
dada la intensa actividad agricola de la zona.
la distribución de estos }'acimientos es desigual, dándose zonas de mayor o menor concentración en función , fundamentalmente, de la intensidad de las prospecciones. Asi en el entorno del
barranco de Segart, prospectado por A. Monzó Nogués, se localizan siete yacimientos (les Raboses
[1), L~bardeta, Mont dels Terrers, la Redona o Mont Alt, La Murta, Castell de Segart y Liorna
del Saler); del mismo modo en los alrededores del Mont Picaio, por prospecciones realizadas por
el Centro Arqueológico Saguntino y por nosotros mismos, se conocen cuatro yacimientos (El Parda·
lot, Picaio, Barranc del Llop, La Jordana). Del resto de yacimientos conocidos tres se sitúan también
en la margen derecha del Pálancia (Muntanya Marxac, Picaio l, y Penyes Blanques), y Sólo dos
en su margen izquierda (Picaio IT, y Pie dels ·Corbs [15]). El yacimiento de Penyes Blanques, si
bien no forma parte de la comarca del Baix Palancia, por su proximidad e interés de sus materiales
hemos considerado conveniente incluirlo en el presente trabajo.
DISCRIPCIÓN DE YACIMIEN10S
2. VAlbardeta (28)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 330 m. T. municipal de Albalat deis 'Th.rongers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 2 (fig. 8).
El yacimiento se sitúa en un espolón o plataforma a media altura del monte de L'Albarda,
junto al Garbí, próximo a la desembocadura del Barranc de Segart en el Palancia (29).
Dominan las litologías triásicas, arenis~ rojas de la facies Buntsandstein (TQdeno).
Este pequel'lo espolón que alcanza unas dimensiones máximas de 780m2, presenta unas lade·
ras de fuerte pendiente, lo que unido a su altitud relativa (140 m) lo hacen de muy dificil acceso.
Tanto al no¡te como al sur lo circundan sendos barrancos que encauzan los arrastres de las
vertientes del Garbi. En sus laderas se observan restos de antiguos cultivos de secano, dominando
actualmente una vegetación de monte bajo con pinos y encinas aisladas en. los alrededores.
L~Jbardeta ocupa una posición de impOrtante visibilidad, ya que además de visualizar el resto
de yacimientos del barranco de Segart, controla tambjén la entrada al barranco desde el Palancia
y buena parte de la cuenca del rio.
(28) A. MoNZó Nooués: L'Albanleta (Albalat deis Tarongcrs, Valencia). Archivo de Prehis/QrÚl Levantina, V, Valen·
cia, 1954, pigs.15·18; ENGUIX y MAirrl: Op. cit. nota 5, pág. 20; LtoBREGAT: Op. cit. nota 4, págs. 59-60.
(29) las referencias de ubicación del yacimiento que dan tanto A. Mo01.6 Nogu!s, como posteriores publicacioJ:tes
que recogen estas referenc.ias, nos hace pensar en una confusión en su l~ión: ((Cntn: el barranquet de Pujo! y otro
que pasa por la estación P.rtivella-Albalab>, esta ubicación corresponde al último montlculo que existe antes de llegar al
valle del Palancia, aunque despu~ de su prospección sólo pudimos documentar escasos restos cerámicos en el extremo
SE. Por otra parte en el Ayuntamiento de Albalat se Q.OS informó de que L~barda se denomina a la cima del monte
en que nosotros situamos el yacimiento.
-61-
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22
E. R.IPOLL~ ADELANTADO
En superficie existen restos constructivos, sobre todo en la zona oeste y S/W que es la que
enlaza con la cima de VAlbard.a.los muros están construidos ~ base de .grandes bloques de rodeno.
Se observan también otras estructura&, Q.O tan evidentes, que parecen rodear la peque.fta superficie
del espolón y que crean en la zona este una pequefi.a terraza (fig. 13, 1). El material superficial
es bastante escaso.
3. Mont dels Thrrets (30)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 284 m. T. municipal de Albalat dejs Tarongers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 3.
Situado entre el Garbi y el Barranc de Segart, el yacimjento ocupa la cumb.rQ de un amplio
cerro de litologia caliza y moriologfa alargada, con laderas de prolongada pendiente en las que
se observan restos de antiguos cultivos de secano.
la visibilidad desde el yacimjento es muy amplia, controlando buena parte de la cuenca del
Palancia, desde Alfara d'Alglmia (limite de la comarca) hasta su desembocadura, asl como los poblados situados en torno al Barranc de Segart.
En base a las estructuras conservadas en superficie hemos calculado que ocuparía unos
1.900 m2• Los restos constructivos muestran una organización compleja con un recinto superior
que presenta s'll.lientes rectangulares, una segunda alineación a menor nivel, y una estructura seJnicircular al sur. los muros tienen una anchura de 1m aproximadamente y una altura considerable,
aunque Ull ve.z en parte correspopd~tt a modificaciones recientes. Están construidos con bloques
de caliza de mediano y gran tamaño (fig. 13, 2).
Los restos materiales que se observan en superficie son muy escasos. aunque no se localiza
cerámica ibérica tal como sefiala A. Monzó Nogués.
4. La Rédona o Mont Alt (31)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m. 427 m. T. municipal de Albalat dels ThrongersGUet. Prospección: 1987. Ubicación: tipo l.
Este monte se sitúa junto al rio Palanéia, en su m..argen derecha, formando parte de las alineaciones montañosas que separan el valle de Sant Esperit del de Segart. la cima del monte,,de litología caliza, presenta una amplia grieta que la corta en dirección E!W.
La visibilidad, dada su elevada altitud, es muy a.mplia: todos los yacimientos del Barranc de
Segart, el Barranc de la Maladicha o de Sant Esperit y toda la cuenca del Baix PaJancia.
los restos de construcciones y materiales se localizan en la mitad sur del monte, observándose
restos de cerámica medieval, ibérica y dé la Edad del Bronce. Por lo que respecta a las estructuras,
(30) Li..Oil)lEOAT: Op. cit nota 4, pág. '34;, ENIJUlX y MARrl: Op. cit. nota 5, pág_. 22; MONZO NOOUtlS (1946): Op. cit.
pÁg. 34.
(Jl) Momó NoouP.s (1946): Op. cit. notá 2, págS. 33-34; Ll.oBREOAT: Op. cit. nota 4, págs'. 73-74; BNoorx y MARfl:
Op. cit. nota S, pág. 21.
nota 2,
-68 -
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LES
RABOS~:
UN YA.CJMIENTO DE LA EDAD DBL BRONCE
.23
dada la continua ocupación del lugar hasta el s. XV, es dificil establecer los limites del posible yacimiento del Bronce.
S. La Murta (32)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud s.n.m 224 m. T. municipal de Albalat dels Throngers.
Prospección: 1987. Ubicación: tipo 4.
Situado en la margen derecha del Barranc de Se9J1, ocupa una pequefla loma de escasa altitud"
.relativa que se une a una cima mayor por medio de un, suave collado.
Por el norte la circunda el Barranc de ~gart y por el sur el de la Murta, donde se ubica la
fuente del mismo nombre.
Desde el yacimiento se divisan los poblados de El$ Terre.rs, L'Aibardeta, Les Raboses y Castell
de Segart, asi como el curso del Barraoc de Segart hasta su enlace con el rio Palancia.
En base a Jos restos constructivos que se conservan y que parecen delimitar cuatro terrazas
que se adaptan a la morfologia del monte, calculamos una extensjón aproximada de 1.170 m2• Los
muros que se conservan, y de los que quedan abundantes derrumbes sobre todo al este, están construidos a base de bloques de caliza de mediano y gran tamaflo, configurando en algún punto estructuras cuadraogalares (fig. 13, 3).
El material de superficie es abundante, diferenciándose muy bien la zona del poblado del bronce, donde no se localiza más que cerámica de es_te momento, del collado que une la loma con la
cima superior, donde hay restos de ce@mjca ibérica.
6. Castell de Segart (33)
Hoja 668. Sagunto. B/1:50.000. Altitud s.n.m. 265 m. T. municipal de Segart. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 3.
Sobre el cerro en que se levantan los restos del CasteU de Segart se observan fragmentos de
cerámica pertenecientes a la Edad del Bron~ por lo que suponemos debió de estar ocupado en
aquel momento.
El control visual es importante como lQ demqestra la construcción medieval, desde donde se
divisa el inicio del barranco de Segart y parte de su cuenca, asf como los yacimientos de La Murta,
Les Raboses y Bls Thrrers.
(32) MoN"ZO Noo~ (1946): Op. ciL nota 2, ~· 7.9; LIDBREGAT: Op. ciL nota 4, páp. 62-64; ENourx y MAm: ~
clt .nota S, pág. 21.
(33) Lt.o.BR.EOAT: Op. cit. nota 4, págs. 74.75; ENGUIX y MARI'I: Op. cit. nota 5, pág. 26.
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E. IUPOLLEs ADEJ.Mf!ADO
24
7. Lloma del SaJer (34)
Hoja 696. Burjasot. Ell:50.000. Altitud s.n..m. 284m. T. municipal de Albalat deis Tarongers.
Prospección: 1987. Ubicación; tipo 4.
El yacimiento se sitúa en una loma de escasa altitud relati~a. 64 m, en las últimas estribaciones
meridionales de la Serra Calderona, abierta ya a la llanura litoral.
El control visual abarca una via natural que enlaza con el Barranc de Segart, dirigjéndose
también hacia la llanura litoral, el"Barranc de Carraixet y parte de la llanura del 1\íria.
la forma de la cima, más o menos ovalada, se .encuentra rodeada por un muto que delimitá
la superficie del yacimiento (652 m1) (fig. 13, 4).
EJ material superficial es bastante escaso, y a pesar de,que en la bibliQgrafia se cita cerámica
ibérica no localizamos ningún Tr.wnento.
8. Muntanya Marxac {35)
Hoja 668. Sa_gunto. E/1:50.000. Altitud: 427 m s.n.m. T. municipal de 'Estivella. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 4.
El yacimiento se sitúa en una cima elevada denominada Muntanya Negra (36), y se e~tiende
hacia el norte en un pequefto monticulo a menor altura que la cima. La parte más accesible es
la del oeste, donde se une mediante una pendiente prolon_gada a otra cima mayor.
Desde el-yacimiento se tiene una amplia visión del entorno: la cuenca del PaJ.ancia y yacimientos como Picaio I, Picaio n o ya máS al interior el yacimiento de Penyes Blanques.
Los restos constructivos que se observan en superficie se extienden a uno y otro lado de la
cresta caliza que etiste en el centro de la cima. Las estructuras, que en algunos casos se ven afectadas por perforaciones de excavadorares clandestinos, presentan en planta varias alineaciones. Se
observa también una estructura re~lizada con dos grandes losas verticales que ha sido vaciada por
los clandestinos, pudiendo tratarse bien, de una técnica de construcción de muros o de una cista
(fis. 13, S).
Las dimensiones calculadas estarían en torno a los 2.100 m2•
Se observa bastante material superficial, tanto cerámica como restos de molin,os de mano,
·.
"ª'·
(34)'LUJCH ARNAL: 0p. cir. nota 15,
12; MoNZO Noou1:s (1947): Op. cit. nota 2, pág. 129; ENGUIX y MAm: 0p.
cit. nota S, pág. 20; M. GlL·MÁSCAIU'l.L y C. AII.ANEOin: El poblamiento del Bajo Pala.ncia en Época Ibérica. Sagunrum
(P.L A .V.J. 12, Valencia, 1977, pág. l98.
. .
{1S)"'BÑou!X y MAKrt:
cit. nota ~-"26.
(36) En el plaoo de situación de la bibliognúia existe un ecror de localización, si bien las ~ferencias del fJChero de
_yacimientos del Servicio de lnvestiJacion Prehistóñca son correctas.
"'J1
·s,
-70-
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LES RABOSES: UN YACIMIBN10 DE LA .EDAD DEL BRONCE
25
9. Pen1es Blanqpes (37)
Hoja 668. Saguoto. EJ1:50.000. Altitud: 839 m s.n.m. 1: municipal de Segprbe. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 6.
Elevada cima con afloramientos calizos en superficie que crean una cresta rocosa superior.
Situada entre dos barrancos (el de La Saberola al oeste y el de La Jara al este), ¡>resenta un
difícil acceso tanto por su altitud como por so morfología, si bien en la vertiente noroeste parece
existir una zona de entrada al yacimiento.
Desde la cima hay una gran visibilidad, que alcanza los yacimientos de Muntanya Mantac,
Picaio 1 y Picaio IT, así como las poblaciones de Sot de Ferrer, hacia el interior, y Almenara hada
la costa.
Los restos constructivos se concentran en la parte más elevada del monte y en una plataforma,
a menor altitud, que se abre hacia el oeste, observándose importantes acumulaciones de derrumbes
entre ambas zonas. La extensión del yacimiento, en base a los restos constructivos, se aproximaría
a Jos 2.580 m2 (fig. 13, 6).
los restos materiales q_ue se localizan en superficie son bastante escasos.
10. PicaJo I (38)
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud: 340ms.n.m. T. municipal de Algimia d'Alfara. Prospección: 1992. Ubicación: tipo 4.
Situado en la orilla derecha del rio Palancia, se ubica en una de las lomas orientales del monte
denominado Picaio l.
La pequella loma en
E"n superficie se observan restos constructivos de diferente entidad. En la parte superior de
la Joma hay restos de una estructura aparentemente cuadrangular realizada a base de enormes bloques reaulares. Esta estructura debe de corresponde~ a una reutilización del lugar en época ibérica,
Ya q_ue es en esta zona donde se localizan restos de cerámica ibédca.
Thmbién se observan muros de dimensiones más reducidas tanto en la zona más elevada como
en la vertiente norte, donde se conservan aterrazamientos del momento de ocupación del poblado
que han sido ,reutilizados para el cultivo de secano eñ éQOcas recientes. los restos de cerámica del
Bronce son bastante escasos.
Desde el yacimiento, que se sitúa estratégicamente en una d.e las curvas q_ue crea el curso del
río Pah\ncia, se divisan los ROblados de Pieáio rr al norte I. Muntanra Maaac al sur, asi como
parte de la cuenca del Palancia hasta Ton-es-Torres.
(37) Thvimos noticias del yacimiento a tra~ del Centro Atqoeoló&ico Sa¡.untino.
(38) Este ¡acimiento lo hemos visitado recientemente-por noticias de aficionados locales. En lA biblio&tafla consultada
no apaJeee citado.
-71-
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26
E. R1POLLÉS ADELANTADO
u. Picaio n
Hoja 668. Sagunto. E/1:50.000. Altitud: 388 m s..n.m. T. municipal de Alfara d'Alglmia. Prospección: 1987. Ubicación: tipo l.
Se sit'úa en la margen izquierda del Palancia, en la cima de un monte elevado de litología caliza
al que rodea por el norte el Barranc de la Font, denominación que recibe por su proximidad a
la Font de Les Escales, cercana al yacimiento. La ladera este y sur presenta un cortado rocoso que
dificulta el acceso en esta zona, mientras que en la vertiente norte y oeste la pendiente es prolongada.
El yacimiento parece habeiSe ubicado en la cima (zona muy afectada por una trinchera de
la guerra civil), aunque también se extiende hacia la ladera oeste y norte donde se observan gran
cantidad de restos constructivos (linea de cierre con salientes más o menos regulares). La extensión
aproximada que ocuparla seria de unos 1.188 m2 (fig. 14, 1).
Bn superficie se observa bastante material, cerámica, molinos, etc.
12. Piciio (39)
Hoja 696. Burjasot. E/1:50.000. Altitud: 260 m s.n.m. T. municipal de Sagunt. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 2.
El monte, como los del entorno, J:'esponde a una litologla arenisca (Buntsandstein), situándose
el yacimiento en un espolón a meClia altura en la ladera oriental del Mont Picajo. La elevada ~n
diente de sus laderas, que conectan directamente con la llanura litoral_, hace que el yacimiento sea
de muy dificil acceso.
La visibilidad desde la cima es muy amplia: toda la llanura litoral desde Pu~l a Almenara
y la entrada a la cuenca del Pa!Ancia desde la costa, asl como los yacimientos de El Pardalot y
Pie deis Córbs.
El reducido espacio disponible se aprovecha creando aterrazamientQS paralelos. Los muros están construidos a base de bloques de rodeno de tamaflo medio y grande que, en forma de arcos
sucesivos, crean ligeras terrazas (fig.l4, 2).
El materlal superficial es bastante escaso, ·pero se localiza al$ún fragmento de cerámica.
13. El Pardalot (40)
Hoja 696. Burjasot. B/1:50.000. Altitud: 258 m s.n.m. T. municipal de Saguot. Prospección:
1987. Ubícación: tipo 5.
El yacimiento se ubica al norte del Picaio, separados ambos por el Barranc del Diable. La morfología del monte queda constituida por tres cimas de las cuales se eligió la central y más elevada
(39) M. VJ!GA RlsET: El monte Picayo, atalaya de civilizaciones. Arse, aJ\o'Vlll, n.•7, Sagunto, 1964, págs. 20-22;
E'Nourx y MARrl: 0p. cit. nota 5, pág. Z4.
(40)
VEOA:
Op. cit. nota 39; ENOUIX y MARII: Qp. cit. nota
-72 -
s. pág. 25.
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LES RABOSES: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
27
para el asentamiento. La zona de más fácil acceso se sitúa al oeste, aunque de cualquier modo
hay que pasar por una de las cimas antes de acceder al poblado.
Abierto a la llanura costera. ofrece una amplia visibilidad: hacia el norte se controla aproximadamente la misma zona que desde el Picaio, mientras que hacia el sur únicamente se ve el Picaio
y el barranco que separa ambos yacimientos.
El reducido espacio superior del monte se apl'QVecha al máximo, acoplándose a las crestas rocosas y atenazando hacia el norte, donde la pen~ente no presenta una fuerte ruptura. Las estructuras, que se concentran en la vertiente norte y oeste, están construidas a base de bloques de rodeno
(litología dominante en la zona), y configuran espacios complejos: salientes semicirculare,s, derrumbes en pozo, etc. (fig. 14, 3).
El material superficial es muy escaso, dada la gran cantidad de bloques de derrumbe acumulados en la superficie.
14. Barranc del Llop (41)
Hoja 696. Burjasot. E/1:50.000. Altitud: 308 m s.n.m. T. municipal de Sagunt. Prospección:
1987. Ubicación: tipo 5.
Situado en la cima central de un monte alargado, a espaldas del Picaio, que se abre a la Uanurá
del Túria.
'Thnto la vertiente este como la oeste quedan delimitadas por sendos barrancos, presentando
éstas una importante pendiente que hace difícil el acceso al yacimiento por esta zona. Únicamente
resulta fácil llegar desde el norte (zona elevada que comunica varias cimas de la zona).
La visibilidad del yacimiento es importante, ya que domina toda la Jlanura hasta Valencia.
En la superficie superior se observan restos constructivos en la zona norte y sur. Al sur restos
de un muro que parece delimitar una pequeña plataforma de aterrazamiento, mientras que al norte
se observa un muro de cierre de tendencia circular y en ligero talud, asociado a una pequeña elevación (acumulación artificial). la superficie del yacimiento debió de situarse en torno a l os
1.200 m 2 (fig. 14, 4). .
Los materiales que se observan en superficie son muy escasos.
CONSIDERACIONES SOBRE EL POBLAMlENTO
La información qoe hemos presentado responde a una prospección selectiva en la que única-
mente se pretendía una documentación más detálladá de los yacimientos de la Edad del Bronce
conocidos en el Baix .Patancia. Por tanto, a la espera de futuros trabajos de prospección sistemática
que permitan un acercamiento real a 1a organización espacial de estos asentamientos, únicamente
podemos plantear algunas observaciones que se desprenden del estudio de la información existente
as! como marcar posibles lineas de investigación posterior en función de los interrogantes que los
datos disponibles plantean.
(41) Yacimlento inMíto, IocalJzado por nosotros ea las prospeociones reaJizada.s en la zona.
-73-
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28
B. RIPOLLÉS ADELANTADO
Por lo que respecta a la ubicación de los yacimientos, de las tres unidades de relieve que se
en la zona (Piedemontes y llanuras litorales, valle del río Palancia, Serra Calderona),
todos se localizan en la zona montafiosa, si bien hay que tener en cuenta la situación de yacimientos muy próximos a la zona de estudio como Els Germanells· (Rafelbull)'ól) (42) o el de la Muntanyé·
ta de I.a Pata (El Puig) (43) en pequefias lomas que se levantan en la llanura litoral, asf como la
posibilidad de que futuros trabajos de prospección evidencien la presencia de poblamiento en llano.
Son enClaves destacados, y en la mayorfa de Jos casos de dificil acceso, situándose con frecuencia en las partes externas de las sierras y/o en función siempre de pasos naturales que conectan
la llanura del lüria con el cauce del hlancia. 'Dlmbién se puede observar cómo en la mayoría
de los casos siempre hay alguna vertiente, cuando no dos, rodeaW!s de barrancos que son los que
parecen COI1Stituir las Uneas divisorias entre asentamientos.
Thnto en función de la posición que óeupan como de su altitud pueden observarse, a pesar
de la .falta de prospecciones sistemáticas, una serie de tendencias:
En el caso del Barranc de Segart (un entorno cerrado con un eje central que articula el espacio), los yacimientos tienden a ocupar altitudes medias (menos de 3Q0 111 s.n.m.), situándose en una
cota que podríamos considerar alta para e1 entorno (más de 400 m s.n.m.) únicamente el yacimiento
de La Redona o Moot Alt, ubicado en el límite entre dos unidades estructurales: el valle de Segart
y el de Sant Esperil
Los yacimientos del entorno deL Picaio ocupan estribaciones finales de la sierra que se abren
directamente a la llanura litoral, con altitudes sim.i.lares próximas a los 300 m s.n.m. Estos ya:cimientos junto al de Pie deis Corbs controlarían, desde ambas márgenes, la entrada al valle del Palancia
Qesde la llanura litoral.
Esta. posible funcionaljdad más orientada hacia el control, se reforzada si tenemos en cuenta
que, muy similares en cuanto a su ubicación ~ LJ\Jbardeta, estos yacimientos presentan unas laderas que superan el 50% de pendiente, lo que unido a su morfologia hace muy dificil el aprovechamiento del espacio tanto superior, como del llano circundante, dado su dificil acceso. Además, a
pesar de que su control visual apunta claramente hacia la llanura litoral, el acceso a los mismos
se realizaría a través de una zona elevada a espaldas del Picaio que parece poner en conexión estos
yacimientos, y que seria el único camino lógico para acceder a los .mismos.
Por otra parte, los yacimientos de Muotanya Marxac, Penyes Blanques, Pjcaio 1 y Picaio II,
más al interior de la cuenca, tendrian como característica común su intervisibilidad (con altitudes
mayores de 300.m s.n.m.), y su ubicación en extremos de sierras abieLtas a una zona donde se amplian los llanos y que queda articulada por el cauce del Balancia. Las mayores altitudes de este
gn~po las presentan 'Penyes Blangues y Muntanya Marxac, en un área de elevadas altitud~ absolutas, seguidos de Picaio ll (próximo a 400 m s.n:m.), que ,Parece responder como ocurrla en el caso
de La Redona a una ubicación límite entre dos áreas dife;:entes: el llano que se abre hasta la orilla
izquierda del Palancia al sur, y el entorno del Barranc de la Font y la Rambla de Cerberola al
norte, que conecta con las estribaciones meridionales de la Serra d'Espadi.
·
En cuanto a las dimensiones que presentan estos poblados, calculadas siempre en base a ejes
máximos deflnidos por restos constructivos visibles en superficie, oscilan entre 650 y 2.500 m2,
d~stinguen
(42) F, EsTEv~; GeNovés: Un tifeii A¡g¡\rie e:n Bl Puig. Almanaque dé las ProVillclas, Valencia, 1945, pág. 317; B.
PLA BAl.L:ESTB:R.: Els Germanells (RafetbunYQI). Archivo de Prehistoria Levantina, VI, 'Valenc;ia, 1957, pág. 200.
(43) N. P. GóMEZ SERRANO (PRIMIGENTUS): las secciones de 'lbponim.ia y PaJeotc¡po:nimia y de Arqueologla y .Prehis·
toria. Anales del ~ntrrJ de Cultura Valenciana, Xln, Valencia, 1945, pág. 62, fJS. 2.
- 74 -
[page-n-75]
LES RABOSES: UN YACJMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE
29
variación de tamañ.O que parece ir acompañada de diferencias en el esfuerzo constructivo, aunque
este punto es imposible definirlo por falta de excavaciones en extensión.
Sin embargo no parece existir relAción ei).tre tamai'lo y accesibilidad aparente. Para los yacimientos del Barrapc de Segart, las mayores dimensiones corresponden a I.es Raooses (2.500 m2),
seguido de Mont dels Terrers (1.897 m2). l'Albardeta (780m2) es quizás eL de más dificil acceso
del conjunto, pero la Lloma del Saler (652 m2) presenta menores dimensiones a pesar de su fácil
acceso.
Los yacimientos del Picaio son, como ya hemos sef'lalado, de dificil acceso, sin embargo se
aprovecha al máximo el espacio superior y sua dimensiones son importantes para el conjunto de
la zona.
Del resto de yacimientos únicamente cabría destacar las dimensiones de Penyes Blanques
(2.583 m2), por ser el mayor documentado, siendo éste tambitn por sus características un yacimiento de dificil acceso.
Este comportamiento poblacional de instalaciones en áreas montaf'losas con una concentración
importante de ~entamientos, caracteristica general por otra -parte de lo que tradicionalmente conocemos como Bronce Valenciano~ es imposible de comparar con la dinámica del momento precedente
en el Baix Palancia dado que como hemos se.Qalado con anterioridad únicamente se conocen algunos datos aislados de cue'98S relacionadas con el eneolftico o la transición al Bronce. No obstante,
tal como se aprecia en zonas próximas si ya para momentos pre-<:ampaniformes se observa una
dualidad entxe yacimientos en altura (Les Moreres de Crevillente o la Rambla Castellarda de Llfria
(44) y yacimientos en llano (J..a Ereta del Pedre~ de Navarrés estrato ll o Promontori d'Elx estrato
C) (45), durante la Edad del Bronce esta dualidad se rompe en 'favor de una generalizada posición
en altura (46).
Cualquier intento .de análisis de la dinámica socio-cultural de la Edad del Bronce pasa, creemos, por la comprensión de los procesos que están en 1a base de ese cambio en la elección de los
asentamientos.
(44) A. GoNzAl.EZ PltATs: El poblado Calcolltico de Les Moreres, Siena de Crevillente. Comun.icación presentada al
coloquio sobre EneQUtico en el ltrJs Valenciano {AICQY. 1984). Instituto de estudios Juan Gil-Albert, Alicante, L986,
págs. 89·99; J. AI>ARICJo, J. V. MAR!'tNEZ y J. SAN VAIJ!Ro: El Puntal sobre la Rambla Castellarda y el poblamiento EneoUtico en la Región Valenciana. Saitabl, n.o 27, Valenci~ 1978, págs. 37·62; 1. V. MAxr1NEZ: Puntal Rambla Castellarda
(LUria, el CamJ> de Thria). Memories Arqueologiquts a la Comunitar Valenciana /984·85, Genera~t Valenciana, Cooselle·
ria de CUltura, .Eaucació i Cjencia, Valencia, 1988, PªP· 239-240.
(45) D. FLEromR: La Eteta del Pedregal (Navarrés; Vale)Jcia). Archivo de Prehisroria Levantina, IX, Valencia, 1961,
págs. 79-96; D. Fi.BrcRER, B. PLA y E. LLOBliEGAT: lA Eieta del Pédregal (Navarrb; Valenc.ia). Excavaciones ArqueológiU:
cas en Bspafla, 42, Madrid, 1964; B. Pt.A, B. MARJ1 y 1.13BltNABE La 'E.reta del Pedregal (Navarré,s, Valencia) y los inicios
de la Edad el Bronce. Comunicación presentada al XVI COngreso Nacional dt ArqJMWiogfo (Murcia·Oirtagena, 1982), Zaragoza., 1983, págs. 239-245; R. RAMos: El Promontori de r Ai~ Do~ i SaJa, Elche: avance a su estudio. Archivo de Prehistoria Levantina, n. XVI, Valencia, 1981 , págs. 197-222.
(46) Se ha Séñalado como punto de partida del poblamiento en altura el Neolitico nc u Horizonte Campaniforme
de Transición, mencionándose el P!)blado de les Moreres de Crevillente, poblado en altura pre-ca.mpanifonne, como un
.matiz diferencial dentro de las comarcas meridionales del País Valenciano entte el Se&,wa y el Vinalopó (). 'BF:RNABEU,
l. Oui'!'ARr y J. Ll. PASCUAL: El Pals Valenciano entre el final del NeoUtico y 1a Edad del Bronce. Archivo de Prehi;stori4
Levantina, XVIII, Valencia, 1988, págs. 159-180). Sin embargo cuando
.El Rincón (Rcdovátt), :Peftón de la Zorni'(Ytllena) y Puntal de la 'Rllmbla Castellarda (Lllria)~ sólo este último queda fuera
del i.mbito geográfi,co que para la etapa anterior se relacionaba con ·on caso especifico dentro del Pals Valenciano. Por
otra parte, de las noticias P,ublicadas basta el momento sobre el Puntal de la Rambla Castellarda no puede deducirse que
la ocupación inicial•del yacimiento corresponda. al Campaniforme.
-7)-
[page-n-76]
30
B. IUPolJLÉS ADELANTADO
Tanto si en la base :de los camoios que se detéctan durante la Edad del Bronce eStán cuestiones
económicas y/o socio-poUticas, lo que parece claro es que el cambio en la elección de los asentamientos va a llevar asocia
en cuanto a la.capacidad de población de los asentallllentos'. Nos encontramos, frente at poblamiento dispetso de etapas precedentes, con una concentración de la población en núcleos de menor
tamaño que adaptados a lQS condiciQñantés fisioos del espacio gue ocupan se reparten sig:qiendo
una serie de pautas en el territorio, con las consiguientes implicaciones,sociales que esto conlleva.
Re!J.ejo de este cambio en la estructura social seria la , eneralización del ritual funerario de tipo
g
individual, a pesar de que en e$te punto np se cueuw con la información. que ofrecen Qtras ~as
peninsulares.
-Estos nuevos asentamientos deberían cumplir una .serie de condiciones desde el punto de
vista económico, para una economía mixta agrícola-ganadera ('\7), que serian difíciles de obviar:
la- istancia del yacimiento a .los campos y pastos (distancia interna} y la distancia entre el yacimiend
to y los <
la ubieación, de los asentamientos estaba en función de vlas de acceso o comunicación, .que deberían ser importantes para el abastecimiento de determinados recursos (fig. 9) (48).
En cuanto a la distancia entre él yacimiento y los camPQS, partiendo del supuesto de extensiones de cultivo div.ididas para cada peblado, tanto si se ooosidera que continúan e~lotándose las
ti~t~ Jlanas, más aptaS p¡¡ra eJ cultivo, como 6i máS lógicamente pensamos que se ponen en cultivo
tierras marginales, estamos ante una intensificación d~l trabajo, ~bien en mversfón de tiempo, por
la mayor distancia de desplazamiento a los campos, o en mejora de las técnicas de aprovechamiento
de la tierra, dado que el recurso a la utilizacitm de terrenos marginates no supone en modo al&uno
una salida fácil a la necesidad
aterrazamientos, canales de conducción y evacuación de aguá, rotáeiones de cúltivo que eviten la
mayor pérdida de suelo, abonos que: compensen la menor productividad de las tieft"a&...). Otro tema
será las cuestiones que estén en la base de esta intensificacíón del trabajo (aumento demográfico)
complejiqád s<>Qial, etc.).
En otra línea argumental, entrandO en planteamientos económicos de tipo comunitario o jerárquico, la existencia de yacimientos más accesibles al llano, de los que en la zona del Bajo Palancia
podrían mencionarse La Uom.a del Saler (Albalat dels· 'Dlrongers} o muy próximos los de El Puig
(Puig de Santa Maria) o els ~rmanells (Rafelbunyol). tal vez s~ deban interpretar como enclaves·
(47): ,B. _MA!rrl OLIVER: El nacimiento de la Ag¡if:ultum e.n el /t)l$ 'Va/encian~ ,Del Nedlftico gl IJ.ronce. UnivtJSída(i
de VaJencili) Valencia, 19.83.
(48) Respecto a este tema, se ha planteadO para zonas íntimamente relacionadas con el Baix Pld!ncia la relación oe
los ~Jltamientos; sobre ttldo en cuevas, eo:n vias de tnilihutnl1nciá de ganado (V. PAIDW.lt: YacímienlOS dél Bronce Válencíano en cuevas localizadas en el valle (le Alcab~Pra y su ¡e~cióxt con vfas de t_ramu¡napcia (Oaudiel,, CllsteUón.l. Cuadttmos
de Prehistoria .y Arqueologlá CastenaneftSes, n.0 l0, Castellón, 1984, págs. 47~1). Sln embargo consiaératnos arriesgadas
estas .eom~raciones qn.ográficas, por CQ~.nto IJ efectividad de ,es~ movimientos t!'a$llumantes estA.e,q funcJón de rebM.~
relativamente importantes que responden a platiteamientos económioós muy distintos del consumo de carne. subsistencia!
a qlll} se®stinarlan mayoritarjamente lPs rebaftos prehistóricos. Ademá$', una actividad de este tipo s'QpoJ!dria una especialización, párcial, al menos duninte un per'lodo del ano.
Quizás ~este ~o l19 de~ descartarse la trastenuina~~ccia, es. decjr, trasla~dos de lO a 15.km1 que perm:itirlan
el legtesó nOCturno y que podrlán garantizar, junto - otros élementos, el matitenimiento de cábaftas reducidas.
a
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LES RABOSES: UN YACIMIEN'IQ DB LA EDAD DEL BRONCE
31
especializados en la explotación de tierras llanas con unas características internas, por lo que se
deduce de las recientes aportaciones de la Lloma de Betxi (49), que hacen suponer una funcionalidad muy determinada, con las consecuencias que se pueden extraer de su posible relación con los
yacimientos en altura.
De cualquier modo, en relación a todo lo sefialado, habrá que esperar que el desarrollo de
la investigación aporte mayor información, ya que por el momento con los datos disponibles, de
la diferente tipología de los asentamientos (ubicación, tamafto e incluso diferentes caracteristicas
constructivas) tanto podrian deducirse implicaciones de organización territorial, o como ya se ha
seflalado una organización jerárquica del territorio (50), como estrategias ocupacionales distintas
para diferentes momentos de la Edad del Bronce.
Dada la falta de evidencias materiales que pongan de manifiesto la complejidad social que
una estrategia ocupacional de tipo jerárquico supone, tal como se observa claramente en otras áreas
peninsulares, consideramos que no deben dejar de considerarse, a la espera de nuevos datos, otras
lineas de interpretación que podrían concretarse en un poblamiento de tipo progresivo en el que
primero se elegir1an las mejores tierras y con mejores abastecimientos de recursos, y posteriormente
se ocuparían tierras menos favorables, sólo por necesidad, cuando los asentamientos mejor situados
ya estaban establecidos, siendo por tanto ambos tipos de poblados contemporáneos en algún momento. La importante concentración de yacimientos, sobre todo en la zona montañosa, suponiendo
que tengan un desarrollo cronológico paralelo, hace necesario plantear al menos como hipótesis
de trabajo la posibilidad de una explotación conjunta de determinados recursos por parte de distintas comunidades, a lo que tal vez respondería la aparente existencia de grupos de asentamientos
a los que nos bemos referido en la descripción de los yacimientos del Baix Palll.ncia.
PROBLEMÁTICA CRONOLÓGICA
El yacimiento de Les Raboses que podría tener sus inicios en un momento entre el Bronce
Antiguo y Medio no alcanzaría en su desarroJlo, por los materiales con que contamos actualmente,
los momentos correspondientes al Btonée Final. Tampoco alcanzarian esta !ase el yacjmiento de
Picaio 11 (fig. 11). El iínico que presenta con claridad una continuidad de ocupación en este momento es el Pie deis Co.rbs (Sagunt) (51).
No obstante, algunas formas cerámicas de los niveles superiores de les Raboses {>resentan claras diferencias morfológicas coa respecto a las de los niveles más antiguos (fjg. 10). Estos materiales
de los niVeles superiores encuentran paralelos en otros yacimientos en los que también se observa
una tipologla bastante diferente a la que podríamos considerar caracteristica del momento antiguo
y pleno de la Edad
(49) M.• J . .DB PEoRO: Op. cit. nota 23.
(SO) 1. BllllNABEU, l. GOTTARf y J. Ll. PASCUAL: Reflexiones en tomo al patrón de asentamiento en el País Valenciano
entre el Neolltlco y la Edad del Bronce. &gunt~m (P.L.A.V.), 22, Valencia, 1989, pAgs. 99·123.
{SI) M. ALMAo·RO-{JoRJIEA: El Pie deis Corbs de Sagunto y los Campos de Omas del N·E de la Penlnsula l~rica.
Saguntwn (P.L.A .V.), U, Valencia, 1977, págs_ 89-141; M. TARRADP.U. MATEu: La cultura del Bronce Valenciano. Nuevo
ensayo do aproximación. Papeles del Laboratorio de Arq¡¡eologfa de Valencia, 6, Valencia, 1969, págs. 7-30.
tS2) Actualmente trabajamos, como base de nue,stra Tesis Doctoral, en una estructuración tipológica del material cerá·
mico del Bronce Valenciano que nos permita acercarnos a su distribución espacial (sistema cerámico) y cronológica (secuencia cerámica).
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'B. R'IPOLLEs ADELANTADO
1.300 a.C. (53), de Orpesa la Vella con una fecha de 1.260 a.C. (54) o de Mas d1Abad con una fecha
de 1.010:±: 85 a.C. (55) 1 así como de otros yacimientos de los que no se tienen fechas absolutas,
como les Planetes (56), La Ereta del Castellar (57),.o el nivel del Brunce del Puntal deis Llops (58).
La . isma dinámica se observaría en yacimientos de las cuencas del Mijares y Alfambra.:fúria, claram
mente vinculados con nuestra zona de estudio y que se fecl,lan tambiénJ>Or paralelos y dataciones
propias hacia el s. XID-XI a.C. (59), o lo que sería lo mismo, Bronce Reciente, 'Thrdío o Bropce Final J de Rodanés para la zona aragonesa (60).
Por tanto estos materiales que como vemos se situarían en torno al 1.300-1.000 a.C., y que
hay que entender como el de$8.rrollo final de lo que venimos denominando Bronce Valenciano,
antes de que entre11 e.n juego elementos aje~¡os a e§.~ unidJld cultu.ral, si bien incidirían cronológicamente en la problemátic;a de la fase definida por Gil-.Mascarell como Broq.ce Thrdio en base a paralelos con el SE (61), no podrfan en principio relacionarse con ella por cuanto no presentan elementos
clatamente relacionados con Cogotas 1, que serian los que en el SE la individualizan.
Si para el caso del sor del País Valenciano 1os contactos con Cogotas 1 en est~ fase parecen
relativamente abundantes, en la ZQn~ norte el panorama es diferente (62). P.ara el caso de la zona
norte del País Valenciano, que es de la que tratamos, se cita en relación con este momento el yacimiento del Cas«:llet de ::Oorriol (63), donde sí que se localizan materiales relacionables co.n Cogotas
1 junto con otros adscritos a C.U., sin que sea posib1e afinar más ya que se tra:ta de materiales
procedentes de prospección superficial
· Sin embargo, la presencia de unos mateziales que parecen presentar clams diferenCias eón respecto a los de las fases antiguas y plenas del .Bronce Valenciano1 junto con el hecho de que tanto
en el CasteUet de Bo..í'riol como al parecer en el yac~e,nto dél Pie deis Corbs (64) se da la presencia
de materiales Cogotas I y C.U. sin clara posición estratigráfica, nos hacé plantear 1a posibilidad
de que tal vez en esta zona norté estemos ante una dinámica sirnilat: a la que parece darse· en el
(53) GUSl JENllR: Op. cit. nota 21.
(54) F. Gus1 JENER: El pobladO de la Edad del Bronce- de Orpesa la: VeDa ({)¡pesa del Mar, Caste116n). Cuadernos
dt~ .Prehistoria y :Arqueolagúl Castellonenses, n,ó 4, CasteJlón, 1977, págs. 79-100.
t55) f". GusJ JENER: La c;erámica de la Eclad del Brooce de lá Cueva del Más d'Abad. Gampaf!a Arqueológica 1975.
_
Cuademps de PrehiS!oria y Arqueolqgfa CllStellonen.ses, n.• 3. Castellón, 1979. págs. 10"3-115.
(56) A. GONZÁLEZ P.RAIS: Excavaciones en el poblado de la Edlid del Bronce de "Les 'elanetes, Mas d'En Serraos, Benással (Cllstellón). Cu{l(iemos· de ~histlfrill. y Arqueoíogia. Castellonenses, n.• 5, Ca$teUón, 1978. pá.gs.101)-241.
(57) L. ARN~, R {>RADI'S. y D. FU!ICHER: lA Ereta del CiJstellar (Villafranca d_el Gil/). Servicio de Investigación Pre·
histórica, serie de 'lhlbajos Va.ri~ n.• 35, Valencia, 1968.
(58) C. MATA y H. BOJIIETl Un nivel de la Edad del Broñce en el Puntal deis· Llops (Olocau, Valencia). Con~Q Nacional de .Arqueologfa, XVI, Murcia, 1982, págs. 249-256.
(59) J. IMAZO Mrr.LAN: Jnfónne> sobre las excavaciones arqueológicas en la Sima del ~uidOr (Aldehuela, Teruel). Arqueologfa Aragonesa /98~-1987, Zaragoza, 1991, págs. U9·125.
(60) J. M. R0PAN~: Del Qlcolitico al Bronce en. Ara,gón. PIQb!emas :y perspectivas.. .Aragón!Cttora.l Meditectáneo,·
intercambios culturales durante la prehistoria. Homenaje ·a J. Maluguer de Motes, Zaragoza, 1990, pAM. 299·335.
(61) M. GIL-'MASC-'RI!U: El Bronce F/nql y el comienzo de la Ediid del Hierro en el Pafs "Wzlenciano. Bronce '/brdlo
.
y Bronce Final. Monogñlfías del LabOratorio de Arqueologia de Valencia, n.q 1, Valencia, 1981, págs. 9~32.
(6~) M. Gu.-MASCAI(ELL: Bl final de la Edad del B19nce: estado actual d~ la iiiYestigácilln. Arqtiéologla en el .lbfS
J.fzlenciano. JÍI:uiorama JI J)!:F$Pf!Ctivas, Alicante, 1!>8:5, pAgS-141·152.
(63) F. EsT.EVE GALv,EZ: Un poblado de .la primera lldad del Hierro en la pllll}.a de Ca$telló. Ampurtas, Ví. "BarceJo.na1
1944, ,págs. 14HS4.
(64) A. BARRAODNA: Conferencias orgaxW..adas por el Depai1ámento de Prehistoria y Argueol()g!a dond~ se presenta.ron algunos maleri,ales ()el yaeúlliento.
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LES RABOSES: UN YACIMIENTO DE LA EDAD DBL BRONCE
33
"Va1le del Jalón y serranlas turolenses (65), con unos contextos para Cogotas I tardíos, posteriores
al 1.000 a.C. en asociación a materiales de lO$ Camp<>s de Urnas (66).
Si esto fuese asi,. es decir, si pensamos en unos contextos tardíos para Cogotas l, dejando de
lado su asociación o no a C.U., y siempre como hipótesis de trabajo, cobraria fuerza la existencia
de una fase reciente, tardia o final, como se la quiera denominar, del Bronce Valenciano (67), no
vinculada a la presencia de cerámica del ámbito de Cogotas 1, y con entidad y personalidad propia,
fruto del rico sustrato precedente. que no supondrá en ningún modo ruptura con la dinámica anterior. la ruptura vendrá con el Bronce Final, cuando las nuevas influencias, sobre todo de los C.U.,
darán lugar a una serie de cambios.
Hemos visto que la mayor parte de yacimientos del Baix Palancia no alcanzarían en su desarrollo el Bronce Final, y que el yacimiento del Pie deis Corbs era el único que con claridad mantenla
su ocupación en esta fase, presentando unas dimensiones mayores que los yacimientos del momento
anterior y ampliando al parecer su ocupación hacia las laderas (68), en una dinámica similar a
Jaque podría desprenderse del Tossal del Castellet (69). En relación con esto podrjamos pensar
que, del mismo modo que vimos que durante la Edad del 'Bronce se asistía a una generalización
del poblamiento en altura frente a una dualidad de ocupación en el periodo precedente, que tal
vez permita plan~ como hipótesis de trabajo una ocupación paulatina durante el Bronce Pleno
de yacimientos interiores, montafiosos y más elevados a partir de un poblamiento más antiguo en
lomas situadas en tierras bajas, para las etapas ftnales del proceso parece asistirse de nuevo a un
cambio en la estrategia ocupacional, que supondrla la concentración de la población en unos cuantos yacimientos de mayores dimensiones.
Estos :yacimientos caracteristicos del Bronce.Final 1 definido por Gil-Mascarell (70), serán pues
la evidencia de que hacia el cambio de milenio se entra en una dinámica diferente de la que se
(65) G. RUJZ ZAPATERO: Cerámica de CogotaS 1 en la serranía Throleose (La Muela de Gahe).Rq;o Aragón. Prehistoria, IV Zaragoza, 1982, págs. 80-95.
,
(66) Sin em~ ~Y que senalar que 6sta no es una postura unánime (ver por ejemplo: J. A. HERNANDI!Z VERA:
Difusión de elementos de COgotas 1 hacia el valle del Ebro. Cuadernos de Investigación Histórica, t. IX, fase. l 0 ,l.ogrofto,
1983, pál!$.. 65-79 o J. A. BBNAVENTE: Un (ragmento cerámico de Cogotas 1 procedente del ~bezo del Cuervo. Alcal'liz,
'ICrucl. /Jqjo Aragón. Prehistoria, N, Caspe, Zaragoza, 1985, págs. 241-243).
Rodao~ (Op. cit. nota 60) plantea la existencia de diferentes facies dentro del Bronce Reciente en Aragón. Asr mientras
la faso llb, llc de Moncln (Borja, Zaragoza) se relaciona con una expansión de Cogotas l datl\da en el s. XI a.C., los ballaz·
gos relacionados éOo.este.h.orlzonte en yacimientos como Cabezo deJ Cuervo (Alcafliz, 'Thruel), Siriguarach (Aicaniz, 'Thruel)
o la Muela de Galve (Perales de Alfambra, 'leruel) entre otros, .se consideran esporádicos e intrusivos en un Bronce Reciente
autóctono, mejor definido a nivel teórico que real y que ·se fecha en torno al 1..270 a.C. en Cabe..zo del CUervo o
1.090-1.110 a.C. en Sima del Ruidor.
(67) la existencia de una evolución en el material ha sido repetidamente planteada por diferentes autores: M. T ARRA·
DELL: La cultura del Bronce Valenciano, nuevo ensayo de aproximación. Papeles del Laborak)rio de Arqueologltz de lillen·
ciD, 6, Valencia, 1969, págs. 7-30; O. Alm!ADA: La panorámica proto-histórica peninsular y el estado actual de su conoci·
miento en el levante se~ntrional (Castellón de la Plana). CUJJJJemos de Prehistoria y Arqueologltz Caslellonenses, n.o 3,
Castcllón, 1976, págs. 173-194¡ A. GoNzALEZ PRATS: Los nuevos asentamientos del final de la Edad el Bronce: prob)emáti·
ca cultural y crono!9gica. Arqueologfa en el Pafs Valenciano: panorama y perspeCJivtlS, Alicante, 1985, págs. 153·184; GlL·
MASCAREU.: Op. cit. nota 62, págs. 141-152.
(68) A. M. BARRACHINA: El Pie deis Corbs, Sagunt. Mem.ories Argueologlques a la Comunitllt Valenciana 1984·85,
~l~neia, 1.98B, pág. 226; In.: Breve avaoce sob¡-e el estudio del poblado del Pie deis CorO$. Homenatge a Chabret
1888-1988, Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura. Educació i Cioocia, Val~ncia, 1989, págs. 31-42.
(69) BsTEVÉ GALVEZ: Op. cit. nota 62.
(70) GlL·MASCARELL: Op. cit. nota 61.
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34
E. RIPOLLÉS ADELANTADO
había desarrollado durante el Bronce Valenciano, que se manifestará no sólo en el cambio de ubicación, con un desplazamiento hacia las laderas de antiguos poblados oel Bronce Pleno, .sino tambi~il
en elementos nuevos ql}e permiten diferenciar oon clatidatl la coltuta mate-rial de esta etapa. &tos
cambios llevarán a partir del s. vm a.C. a la aparición de asentamientos de nueva planta que re.flejan nuevas concepciones socio-culturales y que serán los que, tras entrar en contacto can. elementos
9Qloniales, constituyan el pexQ de unión con la cultura ibérica,
En este punto habría que mencionar el tema, repetidamente planteado desde los 'Primeros trabajos, dé las Qérduraciones del Bronce Valenciano hasta época i15érica. En la actualidad, tal como
ya se ha apuota4o, resulta difícil mant~n~r la existencia de perduraciones absolutas del Bronce Valenciano.
En base ta.nw a rtGientes publiCllciones (71) como a la revisión de materiales de aptiguas excavaciones, creemos que se observa una cl~ra linea evolutiva, gue falta cc:mcretar a nivel tipológico,
y que cubrirla el espacio temporal que en ausencia de elementos claros se explicaba haciendo perdurar el Bronce Valenciano hasta época ibérica. Los elementos que eXistían para valo(ar estas perduraciones eran las superposiciones <}e niv~les ibéricos sobre otros de la Edad del Bronce, considerados
sin distinción. Respecto a esto, señalaremos que es difícil encontrar superposiciones de niveles del
BrOnce (Atiti~uo-Médio) 'Y niveles .ibéri~. 'Gériet.almehte o 'bieñ báY unª ocupación durante un
momento avanzado de la 'Edad del Bronce sobre la que se superpone sin solución de continuidad
un nível ibérico (Pleno), caso del Punta1 deis Llops (Olocau) o de Jos materiales de la vertiente
SW de ~nt Miquel (Lllria) (72), o bien o.os encontramos con yacixpj~ntos ocupados ¡50r primera
vez durante el Bronce Final (Bronce Final 11) en los que se observa-la evolución,. tras una fase de
.influencias coloniales, al Ibérico Antiguo, caso de Los Villares (Caudéte de las Fuentes) ó Vina.r~
gell (Borrianá), así éoñlo de otros yacimientos no tan bien documentados y frecuentes sobre todo
en la provincia de Castellón.
En resume~ podrlamos hablar de una dualidad:
-PorÍllla parte una dinámica ocupacjortAI de asentantientos en altura, que se ha marttepido
como caracterfs'tica durante el -otonce Valenciano y que va a coincidir, que no conectar, con un
determinado tipo de ocupación que se desarrollará durante el Ibédco Pleno (73}.
~Por otra parte~ una ocupación claramente diferenciada {le la b~bitual durante ~1 Bron~ Valenciano gue ~ ,ínicia a partir del 'S. vm a.C. y que en. este casQ sí conectará directamente con,
el Ibérico Antiguo.
Desde este punto de vista los yacimientos del Bronce Final I, es decir aquellos con niveles
característiéos ctel 'Sronce Valenciano qué recibirán en un motnento de su eXÍStencia influjos de.
los C.U. del Bronce, representariatll el tránsito, el punto de< inflexión entre dos concepciones socioeconómicas diferentes. De hecho veremos cómo estos yacimientos no se vllelven a ocupar en época
ib~rica.
(7J) C. MAv. Pt.~o: Los Villtues (Caudete de las FuenteS, ValenCia). Origen y evoluaián de. fll c~ltura ib.ér/Cq. Servicio de Jp~tigación .Prebistóri<:a, S~rie de' Jrabajo.s Vatios, n.o 88, Valey¡~il\, 1991.
(72) M. Gu.;M~R,EL!.: Algunos ma:~riales pnihistóricos del cecrq 'de San ~iguel d~ Llída. 4rchivo de Prehistoria
Lellantina, XVI, Valencia, 1981, págs. 361·371.
(13) MATA PARRE'IO: Op. cit. 'IlOta '71.
-80-
[page-n-81]
2
Lám. l. 1: Les Raboses, vista desde el sur. 2:
Vi~ta
de los yacimientos del entorno del 8arranc de Segart desde Les Raboses.
[page-n-82]
1
2
Lám. 11. -1: 0 '-30, zona interior del muro con posible enlosado. 2: 0 '-33, corte oeste.
[page-n-83]